Un verdadero siervo de Dios, alguien a quien Él ha puesto en su ministerio, es alguien que se sujeta a Dios, espera en Él, le obedece y entiende que está en servicio, no para ser servido.
Cuando Moisés inicia su liderazgo sobre Israel para guiarlos desde Egipto hasta la Tierra Prometida, no esperaba que le llevara cuarenta años de su vida. Tal vez no supiera de modo preciso que el viaje debería ser de sólo 11 días. Desde el monte Sinaí, en Horeb, hasta Cades Barnea, lugar de entrada a la Tierra Prometida, había 11 días de viaje y fue la incredulidad que lo transformó en un viaje de 38 años.
Nunca sabemos todo el trabajo ni todo el tiempo que nos llevará el cumplir el llamado de Dios. Es muy probable que lleve toda tu vida.
Cuando Dios te llame, prepárate para simplemente confiar que Él te puso allí, y seguir y seguir y seguir… Él sabe cómo guiarte y cuidarte.
Dudar de la dirección de Dios y la fortaleza de Dios para realizar el llamado fue algo que apareció en la vida de Moisés a medida que pasaban los días y se acumulaban las dificultades.
En aquel tiempo yo os hablé diciendo: Yo solo no puedo llevaros… ¿Cómo llevaré yo solo vuestras molestias, vuestras cargas y vuestros pleitos? Deuteronomio 1:9-12
Moisés olvidaba una cosa: es Dios quien en realidad soporta.
Que es Dios quien en realidad soporta, es algo que nosotros debemos aprender. Hacemos lo que nos pide y dejamos que Él se encargue de darnos lo que necesitamos para seguir. No es en nuestras fuerzas, es con el poder de Dios.
Prepárate para atravesar todo tipo de dificultades.
Y salidos de Horeb, anduvimos todo aquel grande y terrible desierto que habéis visto, por el camino del monte del amorreo, como Jehová nuestro Dios nos lo mandó; y llegamos hasta Cades-barnea. Deuteronomio 1:19
Esa es la realidad de un ministerio. Cuando estás al servicio de Dios, y no pones a los hombres a tu servicio, el ministerio muchas veces se parece a un enorme desierto en el cual perdemos las fuerzas, pero no podemos perder de vista que es Dios que nos manda y Él nos lleva a destino.
Si vas a cumplir con un llamado de Dios no te preocupes por averiguar qué vendrá, aprende a vivir un día a la vez, confiando en ese día en Dios y que Él te está guiando hacia delante, cada día tiene su propio afán, no te afanes por mañana.
Y vinisteis a mí todos vosotros, y dijisteis: Enviemos varones delante de nosotros que nos reconozcan la tierra, y a su regreso nos traigan razón del camino por donde hemos de subir, y de las ciudades adonde hemos de llegar. Y el dicho me pareció bien, y tomé doce varones de entre vosotros, un varón por cada tribu. Deuteronomio 1:22-23
Cuando Dios dice que cuidará de nosotros y que quiere bendecirnos, no necesitamos ninguna otra seguridad que su Palabra, Él lo hará. No te afanes por conocer lo que Dios aún no te ha mostrado. Haz hoy lo que corresponde a hoy preparando para mañana lo que te ha dado para preparar, el resto déjaselo en sus manos.
Israel necesitaba que otros le aseguraran que lo que Dios decía era verdad.
Debemos creer, no buscar que otros nos confirmen lo que Dios ya ha dicho.
Cuando no confiamos en lo que Dios dice, nos quedamos dando vueltas, sin avanzar, gastando inútilmente nuestras fuerzas.
Seguir leyendo…Luego volvimos y salimos al desierto, camino del Mar Rojo, como Jehová me había dicho; y rodeamos el monte de Seir por mucho tiempo. Deuteronomio 2:2
No tomar en serio lo que Dios dice es lo que nos lleva a fallar, a perder el tiempo, a perder oportunidades.
Respeta los límites de tu ministerio, no interfieras, no irrumpas, no intentes ocupar el ministerio de otro.
No os metáis con ellos, porque no os daré de su tierra ni aun lo que cubre la planta de un pie; porque yo he dado por heredad a Esaú el monte de Seir… Y Jehová me dijo: No molestes a Moab, ni te empeñes con ellos en guerra, porque no te daré posesión de su tierra; porque yo he dado a Ar por heredad a los hijos de Lot. Deuteronomio 2:5, 9
Aunque vos creas que podes hacer mejor el trabajo que quien ocupa cierto lugar, esa no es tu tierra, no te metas para “supuestamente” construir, esa es su tierra, la de ellos, ellos son los que deben trabajarla, tú encárgate de la tuya.
Con una frase tal vez te quede más claro este punto: “no te dediques a pescar en pecera ajena”
No te apures.
No te rindas antes de tiempo.
Y esta tierra que heredamos en aquel tiempo, desde Aroer, que está junto al arroyo de Arnón, y la mitad del monte de Galaad con sus ciudades, la di a los rubenitas y a los gaditas; y el resto de Galaad, y todo Basán, del reino de Og, toda la tierra de Argob, que se llamaba la tierra de los gigantes, lo di a la media tribu de Manasés. Deuteronomio 3:12-13
Rubén, Gad y la mitad de la tribu de Manasés no quisieron esperar a cruzar el Jordán y pidieron heredad de este lado del río.
Generalmente un ministerio ocupa el resto de la vida desde el llamado. Sí es verdad que hay cosas que a medida que pasan los años no podrás hacerlas como cuando joven, pero no te apures en despojarte de tus responsabilidades. Estás ahí porque Dios te puso y generalmente te quiere ahí hasta que te llame a su Patria Celestial. Con tus años, aún hay cosas que puedes hacer, hazlas.
Sé fiel con lo que Dios dice.
Dios no necesita tu opinión, no te la pidió, te encomendó decir su verdad.
No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno. Deuteronomio 4:2
No te olvides del cuidado de Dios.
No permitas que las dudas te inunden, recuerda la fidelidad de Dios en el pasado, su fidelidad no cambia en tu presente. Él es fiel por siempre fiel.
Y cuenta siempre de la fidelidad de Dios.
Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos. Deuteronomio 4:9
“Guarda tu alma”, para guardar nuestra alma, en nuestra mente y corazón debe estar predominando la confianza en Dios y esa confianza debe ir creciendo cada día más para ir eliminando las dudas y los miedos que nos impiden avanzar.
Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro. Deuteronomio 4:39
No hay quien pueda ayudarte, sostenerte, guiarte, proveer, mejor que Dios. Haz tu parte seguro de que a su tiempo Él cumplirá con la suya.
Consejos para un siervo útil
Puedes ver este mensaje en el video Consejos para el liderazgo de un siervo útil.
Esta predicación o mensaje trata sobre: Liderazgo, Servicio, Ministerio, Confianza
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