¿Te has puesto a pensar que Dios inventó el sexo y que si es el Creador es el único que tiene derecho a establecer qué es correcto y qué no dentro de las relaciones sexuales?
En el séptimo mandamiento Dios incluye en la palabra “adulterio” a todos los pecados sexuales que muestran deslealtad o infidelidad.
Dios enseña a guardar, cuidar, la santidad del matrimonio y de la vida sexual.
La sexualidad con todo el placer sexual que incluye, fueron idea de Dios, tiene su origen en Dios y no en el diablo. Fue Dios quien planeó un matrimonio disfrutable.
Al ser Dios quien crea la sexualidad, es Él y sólo Él quien tiene derecho a establecer lo correcto e incorrecto en la vida sexual de las personas.
Si quieres saber lo que es correcto para Dios, lee el Cantar de los Cantares y ama a tu conyugue como allí se describe.
Y a la relación sexual la ubicó pura y exclusivamente dentro del matrimonio en donde es un acto de auto entrega voluntaria donde uno se respeta al otro.
Y no sólo en el séptimo mandamiento y en el Cantar de los Cantares aparece la vida sexual en la Biblia, dos ejemplos:
Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud, Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recréate siempre. Proverbios 5:18-19
Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; Hebreos 13:4
Decíamos que en la palabra “adulterio”, Dios incluye una serie de pecados relacionados con la sexualidad.
El séptimo mandamiento prohíbe todas las cosas que destruyen o disminuyen la unidad del matrimonio y cualquier tipo de relación sexual fuera del matrimonio.
El adulterio incluye otros pecados fuera del contexto sexual, como engaño, traición, falta de dominio propio, egoísmo, falta a la promesa matrimonial…
El adulterio se produce siempre luego de un proceso de pensar y planear el acto. Es un pecado realizado a consciencia. No es un pecado accidental.
Quien comete adulterio peca contra Dios, contra su conyugue y contra sí mismo.
Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; Corrompe su alma el que tal hace. Heridas y vergüenza hallará, Y su afrenta nunca será borrada. Proverbios 6:32-33
A los adúlteros y fornicarios, la Biblia los describe como idólatras, ladrones, avaros… la Biblia describe al adulterio como un pecado completamente destructivo.
…pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios. Hebreos 13:4
Todo pecado sexual está prohibido en el séptimo mandamiento.
No erréis; ni los fornicarios… ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones… heredarán el reino de Dios. 1 Corintios 6:9-10
Pues pueden estar seguros que el que cometa pecados sexuales no tendrá parte en el reino de Dios… porque eso es como adorar a un dios falso. Efesios 5:5 (P.D.T)
El adulterio es un pecado destructivo porque todo lo que es una persona, pasa a ser controlados por la pasión desordenada de la que se hace esclavo.
Los pecados sexuales siempre se apoderan de la voluntad, las emociones, los planes, la economía de quienes los practican.
Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, Romanos 1:24
Los pecados sexuales no están relacionados con el amor, como nos hacen creer, sino con el egoísmo, quien los practica no ama a nadie más que a sí mismo.
Los pecados sexuales no hablan de libertad, sino de libertinaje.
¿Sabes “A esa” de los Pimpinella? Esa canción muestra cuán fantasioso es el mundo que se crea alrededor de los pecados sexuales.
Y esto que sigue no es sólo para reírnos sino también para que reflexionemos si no es verdad, y vamos a hacerlo doble, “A esa” y “A ese”:
A esa que le puede costar hacerte feliz una hora por día
A ese que le puede costar hacerte feliz una hora por día
A esa no le toca vivir ninguna tristeza todo es alegría
A ese no le toca trabajar para traer el pan a tu mesa tiene todo de arriba
Y le doy mi lugar que recoja tu mesa
Y le doy mi lugar que aguante tus rabietas
Que lave tu ropa y todas tus miserias
Que te escuche por horas y aguante tus novelas
Que venga que se juegue por ti
Que venga que se juegue por ti
Los pecados sexuales siempre nos llevan a romper promesas, a herir a nuestras familias y amigos, a pérdidas económicas, a riesgos innecesarios… sin nombrar todos los desastres espirituales y heridas emocionales que provocan.
Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, 1ª Pedro 2:11
Pero el séptimo mandamiento condena también los pecados sexuales que se desarrollan en nuestras mentes.
Todo pecado sexual comienza en la mente y en el corazón.
Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. Mateo 5:27-28
Este mandamiento prohíbe todo lo que nos conduzca a pensar en cualquier pecado sexual.
Tú y yo sabemos claramente qué cosas provocan que nuestra mente tenga ese tipo de pensamientos, por lo tanto debemos hacer como Job:
Hice pacto con mis ojos; ¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen? Job 31:1
Job sabía qué podía iniciar su pecado, él decidió no acercarse, no ver, no estar cerca de nada que le inclinara a pecar y nosotros nos creemos más fuertes que Job por eso miramos, escuchamos… lo que a cada uno puede hacer caer.
Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, 2ª Pedro 2:14
Sabemos perfectamente que todo el mundo está acostumbrado a los pecados sexuales, pero pocas veces nos detenemos a ver lo que dice la Biblia.
¿Este trocito de la Biblia no te hace pensar en los viejos verdes, como les llamamos, o en las mujeres que se miran a todos sin importarle nada?
¿Te has puesto pensar que si no hubieran pecados sexuales, no habrían enfermedades de transmisión sexual?, ¿que no existiría el Sida?
…el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 1ª Corintios 6:18
¿Te has puesto a pensar que quien viola el séptimo mandamiento recibirá en recompensa el infierno?
No erréis; ni los fornicarios… ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones… heredarán el reino de Dios. 1ª Corintios 6: 9-10 (R.V)
¿Te das cuenta que son pecados que se comenten sin la necesidad de cometerlos?
¿Te das cuenta que está incluida la homosexualidad, el lesbianismo y toda desviación sexual en este mandamiento?
No erréis; ni los fornicarios… ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones… heredarán el reino de Dios. 1ª Corintios 6: 9-10 (R.V)
La de enfermedades, problemas, traumas, homicidios, bancarrotas… de las que se libraría el mundo si decidieran guardar el séptimo mandamiento y evitar los pecados sexuales.
¿Cuánto mejor sería la sociedad si viviéramos con una vida sexual de pareja hombre y mujer dentro del marco del matrimonio guardándonos en amor, respeto, fidelidad, satisfacción sexual para ambas partes…?
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; 1ª Corintios 13:4-8
Y si Dios dio ese mandamiento es porque todos podemos cumplirlo.
…pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; 1ª Tesalonicenses 4:3-4
Nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestra alma, Dios nos la dio no para nuestro deleite sino para honrarle a Él en todas las cosas, hasta con el placer sexual.
Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, 1ª Corintios 6:13
El mundo dice: “El cuerpo es mío y yo decido lo que hago con él”, pero la Biblia dice que nuestro cuerpo le pertenece a Dios porque es nuestro Creador y nuestro Redentor, por lo que no debemos hacer con el cuerpo nada que le deshonre. Nuestro cuerpo debe ser templo del Espíritu Santo quien no puede habitar junto con la inmoralidad.
…vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo… 1ª Corintios 6:19 (R.V)
¿Te has dado cuenta de lo que dice la Biblia en cuanto a tu cuerpo y el pecado de adulterio en tu relación con Jesús?
Recuerden que su cuerpo forma parte de Cristo. ¿Está bien tomar lo que es parte de Cristo y hacerlo parte de una prostituta? ¡Claro que no! 1ª Corintios 6:15 (R.V)
¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. 1ª Corintios 6:16 (R.V)
Sea con quien sea que mantengas una relación sexual, te haces una sola carne con esa persona, no tiene nada de sin compromiso ni de casual. La ecuación es: unión sexual=una sola carne.
Nunca olvides que la Biblia dice que el pecado sexual es autodestructivo.
Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 1ª Corintios 6:18 (R.V)
Es casi increíble que la capacidad que Dios nos ha dado para amar y disfrutar dentro de los límites del matrimonio, al usarse fuera de los límites de Dios, esa misma capacidad pase a ser nuestra destrucción y la causa de nuestro juicio en el cual seremos declarados culpables y sin derecho a apelar.
En su segundo concepto, este mandamiento exige fidelidad en nuestra relación con Dios.
Hay otra forma de violar este mandamiento y es con el adulterio espiritual.
Hay adulterio espiritual cada vez que no somos fieles en cualquier relación en la cual nos hayamos involucrado.
La infidelidad siempre tiene origen en la infidelidad con Dios. Cuando alguien comienza a ser infiel con Dios a la larga o a la corta será infiel en cualquiera o en todas las relaciones básicas de su vida. Si es capaz de serle infiel a Dios ¿Cómo crees que no lo será contigo?
Por lo tanto la relación que debemos comenzar cuidando, es la que mantenemos con Dios.
¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. Santiago 4:4
Santiago lo deja claro aquí, el adulterio siempre comienza con un adulterio espiritual.
Y cometemos adulterio espiritual cuando permitimos que otras cosas sean más importantes que nuestra relación con Dios. Y la forma más común de adulterio espiritual es: la amistad con el mundo, la búsqueda de las cosas que el mundo persigue y me alejan de Dios y no me permiten darle el primer lugar ni en mi mente, ni en mi corazón, ni en mis planes, ni en mis actos…
Esa infidelidad espiritual a la larga o a la corta se va a manifestar en cada aspecto de la vida.
Esta predicación o mensaje trata sobre: Infidelidad, Adulterio, Pecado, Cuerpo, Sexo, Placer, Éxodo
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