No solemos dar mucha importancia a cuidar lo que piensa nuestra mente. Pero Dios ordena exactamente lo contrario. Quiere que su Palabra llene nuestra mente, que nuestros pensamientos sean cambiados por ella y así nuestras emociones se sujeten a su voluntad.
¿Sabes qué parte de tu cuerpo tiene la fuerza necesaria para cinchar, no empujar, cinchar por 32 km un camión?
¿Sabes qué parte de tu cuerpo tiene la energía suficiente para encender una lamparilla de 10 watt?
Hay dos cosas en nuestro cuerpo que tienen la fuerza y la energía para lograr eso y Dios, a través de la Biblia, nos pide que los cuidemos como nuestros mayores tesoros pero generalmente no lo hacemos.
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida. Proverbios 4:23
Ante todo, cuida tus pensamientos porque ellos controlan tu vida. Proverbios 4:23. P.D.T
Y sobre todas las cosas, cuida tu mente, porque ella es la fuente de la vida. Proverbios 4:23 TLA
¿Cómo se vinculan la mente y el corazón con quiénes somos y lo que hacemos?
La mente, como la describe la Biblia, es la capacidad del cerebro que nos permite entender las cosas y es el modo de entender las cosas que mueve nuestras emociones y nuestras emociones llevan a que nuestra voluntad tome decisiones.
Como están por comenzar las clases vamos a mirar un poquito de biología, nos hará bien a todos, a los que vuelven a sus clases y a los que ya no concurrimos nos refrescará los conocimientos.
El corazón físico pesa aproximadamente 300 gramos, y late unas 115.000 veces al día, es decir entre 70 y 80 veces por minuto (según las necesidades puede ser un poco menos o un poco más), es decir, aproximadamente 42 millones de veces al año. Durante un tiempo de vida normal, el corazón humano latirá más de 3.000 millones de veces, bombeando una cantidad de sangre de cerca de un millón de barriles y un barril lleva aproximadamente 159 litros, así que bombea aproximadamente 477.000.000.000 millones de litros de sangre.
Cada uno de esos 70 latidos se compone de una secuencia de movimientos que recibe el nombre de ciclo cardíaco. El ciclo comienza con la diástole auricular derecha, cuando la aurícula se llena de sangre se abre la válvula tricúspide y comienza la diástole ventricular derecha que se completa con la sístole auricular.
Cuando termina la diástole ventricular derecha se produce el cierre de la válvula tricúspide y se abre la válvula pulmonar y se inicia la sístole ventricular derecha que expulsa la sangre a través de la arteria pulmonar a los pulmones. La sangre oxigenada regresa por las venas pulmonares a la aurícula izquierda con la diástole auricular izquierda.
Cuando la aurícula izquierda se llena de sangre se abre la válvula mitral y la sangre pasa al ventrículo izquierdo comenzando la diástole ventricular, la aurícula comienza la sístole y el ventrículo se llena de sangre.
Cuando el ventrículo se llena de sangre se cierra la válvula mitral y termina la diástole ventricular y se abre la válvula aórtica iniciándose la sístole ventricular que expulsa la sangre por la arteria aorta a 2 km/h. Esto, así, casi que una vez por segundo, todos los segundos de tu vida.
Dicen que la energía que usa el corazón por día es capaz de mover un camión por 30 kms.
¿Te sorprende nuestro corazón?
Te cuento nuestra mente.
Por nuestra mente pueden pasar entre 600 y 800 ideas o imágenes por minuto y con esas ideas o imágenes podemos elaborar entre 40 y 70 pensamientos por minuto, digamos que uno por segundo.
A lo largo de nuestras vidas pueden haber cruzado por nuestra mente alrededor de 1080.000.000.000.000 cosas, ideas o imágenes, una cantidad mayor a la cantidad de átomos que hay en el universo.
El 90% de ellas fueron dirigidas por nuestras emociones, y el 70%, dependiendo del tipo de personalidad, de nuestras emociones fueron negativas, por ejemplo: nunca lo voy a lograr, soy fea, estoy gorda, nadie me quiere, no me entienden, soy la oveja negra de la familia, nadie me ayuda, todos están en mi contra, para mí todo es más cuesta arriba, de esta no salgo, por qué siempre a mí…
Los pensamientos se elaboran en la corteza cerebral que es una capa delgada de materia gris formada por aproximadamente seis neuronas de espesor, desde unos 3 milímetros a 1,5 cms, muy, pero muy circunvolucionada, arrollada, de modo tal que si la extendiéramos tendríamos 2 metros cuadrados de corteza cerebral. Tiene unos 10.000 millones de neuronas que realizan unos 50 trillones de sinapsis, en números es 50.000.000.000.000.000.000.
Cualquier cosa, idea, circunstancia que va a ser producto de un pensamiento o reacción es una descarga química que se transforma en un impulso nervioso en la neurona receptora que lo va a transmitir a su axón. El axón de esa neurona tiene más de mil conexiones con muchas miles de células cerebrales y va a transmitir ese impulso nervioso a o a las neuronas cerebrales correspondientes. La conexión entre neuronas recibe el nombre de sinapsis.
El impulso nervioso cruza el espacio sináptico a través de un mensajero químico que se llama neurotransmisor que llega a la dendrita de la neurona receptora, así hasta la última neurona necesaria para elaborar el pensamiento o la reacción a una velocidad de 432 km/h, o sea 120 metros por segundo.
Otro dato tremendo es la capacidad de nuestra mente. Medida en byte, lo que usas para conectarte en internet, el cerebro tiene una capacidad de 500 petabytes, es decir 500.000.000.000.000.000. Si usando “traumados”, según Daisy, nuestro celular las 24 horas del día, gastamos, exagerando 500 megabyte, nuestra mente tiene la capacidad de estar conectada continuamente descargando videos, chateando, escuchando música, 1.000.000.000.000.000 de días, y si viviéramos 100 años, sólo serían 36.500 días.
Otro tremendo dato, la energía que usa por minuto tu cerebro, enciende una lamparilla de 10 watt.
Si por minuto elaboramos entre 40 y 70 pensamientos, tenemos un promedio de 55. Si el 90 % de ellos fueron impulsados por emociones, son 49 de ellos. Si el 70% de nuestros pensamientos son negativos, 34 de nuestros pensamientos han sido negativos. Es decir, cada 2 segundos, uno de nuestros pensamientos fue negativo, nos aleja de Dios y debilita nuestra fe.
Y encima a los doctores se les ocurrió descubrir que entre el 40 y el 60% de nuestras enfermedades fue producido por esos pensamientos negativos.
¡Por eso Dios nos ordena cuidar lo que hay en nuestro corazón, lo que piensa nuestra mente!
Recordemos cómo funciona esto:
La mente, como la describe la Biblia, es la capacidad del cerebro que nos permite entender las cosas y es el modo de entender las cosas que mueve nuestras emociones y nuestras emociones llevan a que nuestra voluntad tome decisiones.
Nuestra mente, nuestros pensamientos, son como el panel de control de una máquina, ¿para qué permitir que dirijan esos controles las cosas que los van a romper?
Si nuestra mente se llena con la información equivocada, voy a entender de modo errado la vida, ese entendimiento errado moverá equivocadamente nuestras emociones y esas emociones erradas, fuera de lugar, fuera de contexto, hará que nuestra voluntad tome decisiones equivocadas.
Y cuando continuamente tomamos decisiones equivocadas nuestras vidas van camino a la destrucción y el diablo pasa a tener el control de nosotros.
Todo comienza con nuestros pensamientos. Todo lo que somos, lo que hacemos, lo que planeamos, todo se inicia con nuestros pensamientos.
Pero, ¿cómo es que un pensamiento termina siendo lo que dirige nuestras vidas?
Pongamos por ejemplo una familia cristiana le enseña a sus hijos que Dios existe, esos hijos tienen la idea de que Dios existe y a medida que crecen y van obteniendo información sobre Dios con el testimonio, mensajes, leer la Biblia… forman una ideología en cuanto a Dios que luego se transforma en una teoría.
Pero también llegan a su mente otras ideas en cuanto a Dios, cualquier otra, por ejemplo que Dios está en todo, o que no existe, o que creó el mundo y ya no interviene más, todas estas otras ideas también forman una ideología en cuanto a Dios y se transforman en teorías… y cuando el muchacho ya comienza a decidir qué va a creer en cuanto a Dios, esa teoría se va a transformar en su filosofía de vida.
Filosofía es amor a la sabiduría y según las ideas que más hayan calado en el alma de ese muchacho, va a elegir creer o no creer en Dios.
Y así en cuanto a todo. El trabajo, el estudio, la familia, los amigos… según lo que ames, según lo que cultives en tu interior, va a determinar cómo serás en tu trabajo, cómo serás con los estudios, cómo tratarás a tu familia, cómo vas a relacionarte con tus amigos… cómo vas a tratar a Dios.
Todo ha comenzado con una idea que se transforma en una ideología, una ideología que se transforma en una teoría, y si compruebo esa teoría, será la filosofía que determina el estilo de vida.
Tú y yo somos el resultado de lo que pensamos y eso lo dice Dios.
Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él. Proverbios 23:7
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Somos el resultado de esa idea predominante por la que hemos decidido perdonar o no perdonar.
Somos el resultado de lo de esa idea predominante por la que decidido intentar o no.
Somos el resultado de esa idea predominante en cuanto la fidelidad que hemos decidido tener con Dios, nuestra familia, con nuestros amigos y en el matrimonio
Somos el resultado de esa idea predominante en cuanto al trato que hemos decidido tener con el prójimo, se llame esposo, hijo, amigo, patrón, empleado, estudiante, maestro, pastor…
Somos el resultado de esas ideas en cuanto al otro y a nosotros mismos que se han transformado en nuestro estilo de vida.
Jesús vino para cambiar nuestra mente, nuestra forma de pensar y nuestro corazón, pero nosotros somos los responsables del mantenimiento que le hacemos a nuestra mente y corazón.
Por ejemplo, Maikol me entrega impecable y brillante el auto, que se mantenga así depende del cuidado que yo tenga cada vez que subo en él.
Lo mismo con nuestra mente y nuestro corazón.
Jesús lo que hace es poner en nosotros su manera de pensar, pero ese modo de pensar se va a mantener en nosotros, tanto como decidamos cuidar nuestra mente y nuestro corazón de todas esas ideas diabólicas que el diablo, las filosofías del mundo, los líderes económicos, los líderes sociales, quieren imponer para tenernos sujetos a sus caprichos.
Nuestra mente debe ser constantemente renovada por Dios para que podamos amar su voluntad, para que la vida que Él nos enseña sea nuestro estilo de vida.
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Romanos 12:2
Todos hemos venido lastimados, con ideas equivocadas con respecto a Dios, la vida, el trato al prójimo, los anhelos de nuestro corazón… y sólo Dios puede cambiar nuestros pensamientos.
Esos pensamientos contaminados que hemos guardado en nuestro corazón son los que nos llenan de mentiras nuestra boca, y si nuestra boca habla mentiras y falsedades es porque nos hemos llenado de hipocresías.
Si nuestra mente se ha contaminado no tendremos el coraje de mirar hacia adelante, y mirar hacia adelante en la Biblia no es pasar planeando en lo que vamos a hacer en el futuro, sino lo que comenzamos a hacer para llegar a aquel futuro.
Si nuestra mente se ha contaminado no sabremos cómo vivir, no sabremos dar pasos correctos hacia el futuro, sino que por el contrario, pasaremos metiendo la pata porque elegiremos los amigos, novio, esposo, trabajo, casa… en cuanto a nuestras ideas, en cuanto a nuestros gustos, muy lejos de Dios.
Y lo peor de todo es que todas esas cosas que Dios no quiere que lleguen a nuestro corazón y nosotros hemos dejado que lleguen, son las que terminan debilitando nuestra fe porque nos llenan de preocupaciones que nos parecen sin solución; nos hacen sentir solos contra el mundo y nos sentimos cansados; nos hacen sentirnos desilusionados y de nos vuelven desconfiados; nos hacen temerosos, frustrados, tristes, defraudados, derrotados.
Si queremos saber si han llegado a nuestra mente esas ideas, esos pensamientos que no deberíamos tener, fíjate si algo de esto es similar a como te sientes:
Preocupado. Sin soluciones. Solo contra el mundo. Cansado. Desilusionado. Triste. Frustrado. Derrotado. Defraudado…
¿Viste que sí somos de los que no cuidamos?
¿Viste que sí estamos dejando que nuestra mente y corazón tengan más dudas que fe?
¿Viste que es por eso que nos pasan cualquier gato por liebre?
¿Viste que es por eso que se nos hace difícil diferenciar entre el bien y el mal?
¿Recuerdas que nuestras ideas que se vuelven actos viajan a 432 km/h y la sangre que sale del corazón a 2 km/h?
Es por eso que insultamos a 432 km/h y pedimos perdón a 2 km/h.
Es por eso que nos ofendemos a 432 km/h y demoramos tanto en arreglar las cosas.
Pero si empezamos a cuidar nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, las cosas van a cambiar en nuestras vidas.
Dios está mirando continuamente es nuestro corazón. Los motivos que impulsan nuestras palabras, nuestros actos…
Dios está mirando continuamente qué cosas son las que elaboramos con nuestra mente, Dios está mirando qué cosas son las que retenemos en nuestra mente. Dios está mirando qué cosas traemos continuamente a la memoria. Dios está mirando cómo estamos guardando ese corazón.
Y dependiendo de lo que tenemos, será la bendición que pueda darnos.
Una mente llena de fe puede mantenernos brillando en la más grande oscuridad que nos toque atravesar.
Un corazón lleno de fe puede cinchar hasta pasar todas las adversidades.
Esta predicación o mensaje trata sobre: Corazón, Decisiones, Pensamiento, Proverbios, Voluntad
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