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Mundanidad y mundanalidad

Algunos creen que ser mundano es ir de baile, perder el dinero y el tiempo en apuestas… pero la mundanalidad es el anhelo de nuestro corazón que está ligado a los deseos del mundo.

La mundanidad y mundanalidad oculta.

Vamos a refrescar algunos hechos.

Los madianitas son los descendientes de Madián.

Madián fue uno de los hijos que tuvo Abraham con Cetura, su segunda esposa.

Se los reconoce desarrollando dos actividades principales, mercaderes y grupos pastoriles nómades que vivían en los desiertos del Néguev y del Sinaí.

Moisés se había casado con una madianita, Séfora.

Los madianitas se presentan como enemigos de los israelitas y han formado alianzas con diferentes pueblos. En el caso de Balaam, los madianitas se habían unido a los moabitas.

En la Biblia, los madianitas se usan para ejemplificar el mundo, la vida mundana.

Los moabitas descendían de Moab. Moab nació de la relación incestuosa entre Lot y una de sus hijas.

La moabita más relevante de la Biblia y que entra en la historia de la redención es Rut, abuela del rey David.

También han sido enemigos históricos de Israel.

Jehová habló a Moisés, diciendo: Haz la venganza de los hijos de Israel contra los madianitas; después serás recogido a tu pueblo. Entonces Moisés habló al pueblo, diciendo: Armaos algunos de vosotros para la guerra, y vayan contra Madián y hagan la venganza de Jehová en Madián. Números 31:1-3

Los madianitas se habían levantado, tiempo atrás, contra Israel y como Dios no deja cosas inconclusas en la vida de aquellos a los que llama, ahora les envía a pelear contra Madián.

Fueron 12 mil a la guerra, mil por cada tribu, pero es una batalla que se desarrollará en dos frentes: físico y espiritual.

Y Moisés los envió a la guerra; mil de cada tribu envió; y Finees hijo del sacerdote Eleazar fue a la guerra con los vasos del santuario, y con las trompetas en su mano para tocar. Números 31:6

Para alcanzar las cosas terrenales, debemos estar buscando primeramente las cosas eternas. No faltó el culto a Dios, la adoración, la entrega, en este ir a enfrentar al enemigo.

Y entre los que mueren de Madián, la Biblia menciona a los reyes y a Balaam.

Dios no deja cosas inconclusas. Nunca lo olvides. Si tú estás a su servicio, Dios no dejará cosas inconclusas en tu vida.

Pero cuando hagas, haz como Dios te manda para que la mano de Dios siempre esté sobre tu vida para bendecirte.

Si hay algo que debemos aprender, es a despojarnos de todo pecado y dejar de lado todo aquello que nos acerca al pecado. Dios exige, tiene el derecho de exigir. Es Santo y sólo sobre personas que se despojan de su maldad cada día, Él puede manifestar su poder.

y les dijo Moisés: ¿Por qué habéis dejado con vida a todas las mujeres? He aquí, por consejo de Balaam ellas fueron causa de que los hijos de Israel prevaricasen contra Jehová en lo tocante a Baal-peor, por lo que hubo mortandad en la congregación de Jehová. Matad, pues, ahora a todos los varones de entre los niños; matad también a toda mujer que haya conocido varón carnalmente. Pero a todas las niñas entre las mujeres, que no hayan conocido varón, las dejaréis con vida. Números 31:15-18

 ¿Cuál era el pecado?, ¿acaso no era un acto de clemencia el dejar vivas a las mujeres y los niños y llevarlos para darles dónde vivir?

El problema es el verdadero motivo por el cual lo hicieron: no era clemencia, era desobediencia y mundanalidad.

Mucha adoración, mucho vaso, mucha trompeta, pero escondida dentro del pueblo estaba la mundanalidad.

Y la mundanalidad comienza con los motivos ocultos de nuestro corazón.

El problema con el mundo es qué de la mundanalidad está metida dentro de nuestro interior.

El problema es si el mundo y sus deseos está metido en nuestros corazones y en nuestras vidas.

La separación con el mundo debe ser espiritual. Nuestras emociones, nuestras metas, nuestros sueños, nuestras pasiones, deben estar dominadas por lo eterno, por el propósito de Dios.

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La mundanalidad está tan metida en nosotros que solemos pedir a Dios lo que ya sabemos que no entra en su propósito para nuestras vidas.

Los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían una muy inmensa muchedumbre de ganado; y vieron la tierra de Jazer y de Galaad, y les pareció el país lugar de ganado. Vinieron, pues, los hijos de Gad y los hijos de Rubén, y hablaron a Moisés y al sacerdote Eleazar, y a los príncipes de la congregación, diciendo: Atarot, Dibón, Jazer, Nimra, Hesbón, Eleale, Sebam, Nebo y Beón, la tierra que Jehová hirió delante de la congregación de Israel, es tierra de ganado, y tus siervos tienen ganado. Por tanto, dijeron, si hallamos gracia en tus ojos, dése esta tierra a tus siervos en heredad, y no nos hagas pasar el Jordán. Números 32:1-5

Dios les había prometido la tierra del otro lado del Jordán. A Gad, Rubén y la mitad de los de Manasés, les parecía mejor la tierra de este otro lado, ellos consideraban que estar de este lado era la mejor opción, pero no pensaron en lo que Dios quería. 

Lo primero que preocupó a Moisés fue que la decisión de ellos desanimara al resto de Israel como había pasado 40 años atrás cuando los 10 espías desanimaron al pueblo.

Si os volviereis de en pos de él, él volverá otra vez a dejaros en el desierto, y destruiréis a todo este pueblo. Números 32:15

La mundanalidad se contagia. Pero estas dos tribus y media se comprometen a ayudar al resto del pueblo cuando deban salir a conquistar la Tierra Prometida y Moisés les advierte por si llegado el momento se echan atrás.

Mas si así no lo hacéis, he aquí habréis pecado ante Jehová; y sabed que vuestro pecado os alcanzará. Números 32:23

La mundanalidad que mantenemos escondida y no combatimos, por más oculta que la tengamos de los ojos de los hombres, de Dios no podemos ocultarla y Dios actuará con nosotros conforme a esa mundanalidad oculta.

¿Sabes qué pueblo formaron los de Gad que se quedaron de este otro lado del Jordán? Los gadarenos que cuando Jesús liberó al endemoniado, le pidieron que se fuera de sus tierras.

La mundanalidad es casi imperceptible. Se mete en nosotros, como en estos dos casos, sin casi darnos cuenta.

Es una infiltración. Se mete en nosotros a través de nuestra propia sabiduría. Dios nos hace sabios, y cada vez más sabios a medida que nos consagramos, pero cuando confiamos en nuestra capacidad para decidir, sin consultar con Dios, nos estamos llenando de mundanalidad.

Y esa mundanalidad va cambiando nuestro modo de vivir, de ser, de pensar y de hacer.

La mundanalidad no nos permite vivir como dignos hijos de Dios, sino que nos lleva a vivir como cristianos mendigos de la gracia.

La mundanalidad nos lleva a decidir como decide el mundo.

La mundanalidad nos lleva a entender la vida como la entiende el mundo.

Cuando estamos combatiendo a la mundanalidad no damos nada por sentado sino que consultamos con Dios, somos sabios cuando podemos orientar nuestras vidas con lo que dice la Biblia.

El mundo combate contra nuestra vida espiritual, debemos vivir en este mundo de forma muy sabia, aprovechándolo todo conscientes de que estamos al lado de Dios y Él espera una conducta y una decisión específica para nuestras vidas.

Puede ver el video de este mensaje en Mundanidad y mundanalidad oculta.

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