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No te rindas, hay otros como vos. 1 Reyes 19

Elías nunca imaginó, que escucharía esa voz desde la suave brisa, diciéndole no te rindas, hay otros como vos. Cómo podía ser posible? y si era verdad… dónde estaban los demás? porqué le tocaba a él correr esa carrera en solitario? Las mismas preguntas que nos hacemos a menudo, y tienen aquí su respuesta…

No te rindas, hay otros como vos, hay muchos junto a vos.

La respuesta de Dios a las crisis.

Para la época en que nos iremos en la historia, Elías tal vez tenía unos ochenta años y venía de una gran victoria.

Elías vivía en una época en donde el pecado se había legalizado a través del gobierno y la consecuencia directa fue la de siempre: injusticias, crímenes, violencia, pobreza… y una sociedad muy lejos de Dios.

La vida de Elías no era nada fácil. Él se oponía a todo lo que los reyes habían institucionalizado, en especial se oponía a la reina, a Jezabel, y ella comenzó a odiarlo de tal modo que se transformó en su gran enemiga. Ella no viviría en paz hasta que no acabara con la vida de aquel hombre.

Y la situación se puso peor cuando, cumpliendo con su ministerio, Elías elimina a más de 800 de los profetas de la religión de la reina.

 

 

 

 

 

 

 

Acab dio a Jezabel la nueva de todo lo que Elías había hecho, y de cómo había matado a espada a todos los profetas. 1 Reyes 19:1

Ahora la reina comienza una cacería para darle muerte.

Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos. 1 Reyes 19:2

Jezabel le daba un día más para vivir, lo máximo, y él creyó que aquella mujer le daría muerte y huyó.

Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado. 1 Reyes 19:3

Él se sentía solo, superado por la situación y una crisis emocional se apoderó de su espíritu. Y en lugar de buscar compañía o ayuda, aumenta su soledad al seguir su camino sin su criado y eligiendo un destino de mayor soledad y deseando morir, pidiéndole a Dios que le quitara la vida.

Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres. 1 Reyes 19:4

A veces nos ocurre lo mismo. Las situaciones que nos ocurren nos hacen sentir lo mismo que Elías.

Queremos rendirnos.

Nos vemos como los únicos que sufren en el planeta.

Nos sentimos solos y no sabemos cómo tener quien esté a nuestro lado.

Quisiéramos, si no morir, despertarnos cuando Dios haya arreglado todo.

Pero lo más importante es ver qué hizo Dios ante el dolor de Elías.

1-Dios le mostró su amor al enviarle ángeles. Vv.5-7

Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come. Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse. Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino te resta. 1 Reyes 19:5-7

Dios le mostró que lo amaba, que se preocupaba por él, que a pesar de todo el tiempo pasado, aún tenía planes para Elías.

Tal vez Dios no mande un ángel para que te hable, pero sí va a poner en tu vida las personas que te acompañarán y te dirán que no es tiempo de rendirte.

Aunque has pasado muchas luchas, Dios aún tiene planes para ti.

¿Las cosas están complicadas?

No te rindas, te queda un largo camino aún por recorrer.

2-Dios le mostró que estaba dispuesto a escuchar la explicación de Elías.

Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? 1 Reyes 19:19

Sabes, cada vez que por cualquier motivo queremos rendirnos, y bajar los brazos y detener nuestro caminar con Dios, Él se acerca para preguntarnos: ¿Qué estás haciendo?

Dios sabía qué hacía Elías, sólo quería que Elías mismo pudiera entenderlo. Quería que Elías dijera el motivo por el cual se estaba rindiendo.

Dios quiere que veas cuál es el motivo que te está llevando a rendirte.

Y aun cuando Dios sabía que Elías se estaba rindiendo, seguía a su lado.

¿Que estás por tirar la toalla? Dios está a tu lado, hará todo lo necesario para impedir que ella llegue al piso.

3-Dios escuchó el razonamiento y el corazón dolido de Elías.

El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida. 1 Reyes 19:10

Elías, en otras palabras, está diciendo: por todo lo que te he dado la vida, todas mis fuerzas, todos mis años, toda mi entrega, toda mi obediencia, todo eso se ha roto o se está rompiendo y lo que me espera es aún peor de todo lo que he peleado.

Es como cuando vos y yo vemos que lo que se viene es superior a nuestras fuerzas, que creemos que no podremos, que son tantas las dificultades que es preferible tirar la toalla.

4-Dios le muestra el error en el que está Elías.

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Pero tanto Elías como nosotros estamos equivocados en algo al ver nuestra situación.

…y sólo yo he quedado… 1 Reyes 19:10

Elías creía que era el único que seguía luchando y para qué luchar solo, solo no podría nunca vencer.

Vos y yo, cuando las circunstancias son muy difíciles, creemos que estamos solos para enfrentarlas. Frases como: “sólo a mí me tocan estas cosas”, o “no hay nadie que pueda ayudarme con esto”, solemos repetir en las adversidades, pero esas no son más que mentiras del diablo.

Y yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron. 1 Reyes 19:18

Además, todavía me quedan siete mil en Israel que no doblaron la rodilla para adorar a Baal ni lo han besado. A ellos los dejaré con vida. 1 Reyes 19:18 PDT

Elías no estaba solo. No era el único que luchaba contra corriente. Habían siete mil más que no habían tirado la toalla, que seguían luchando y obedientes a Dios. Entre ellos, Elías encontraría compañía y apoyo.

Lo mismo nosotros. No estamos solos. No somos los únicos contra corriente. A nuestro alrededor hay siete mil  y entre ellos están quienes nos acompañarán, nos apoyarán y nos ayudarán en la batalla. Entre ellos están aquellos que agarrarán la toalla en el aire para impedirnos que nos rindamos.

5-Dios le muestra que comienza un nuevo tiempo en la vida de Elías.

Y le dijo Jehová: Ve, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a Hazael por rey de Siria. A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar. 1 Reyes 19:15-16

Y más que siete mil. Dios ponía a Elías a cargo de nuevas responsabilidades, y nada pequeñas: dos reyes; pero la más importante de todas era entrenar a Eliseo,  quien ocuparía su lugar.

Para las situaciones difíciles, Dios siempre tiene la salida y en todas ellas quiere que aprendamos que comienza un nuevo tiempo en nuestras vidas, un nuevo tiempo en donde los que nos rodean están siendo entrenados, con nuestra vida, para superar sus propias circunstancias difíciles.

No te rindas. El final de Elías fue glorioso, el tuyo también. No tires tu toalla.

O si ves que alguien la va a tirar, es tu tiempo de recordarle que aun queda mucho camino para recorrer y toma su toalla y ayúdale a vencer.

No te rindas, Dios sigue ahí, con un nuevo rumbo para ti.

Esta predicación o mensaje trata sobre: 1 Reyes, Crisis, Escuchar a Dios, Esfuerzo, Esperanza, Soledad, Sufrimiento, Valentía

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