Somos el resultado de esa idea predominante por la que hemos decidido perdonar o no perdonar.
Somos el resultado de lo de esa idea predominante por la que decidido intentar o no.
Somos el resultado de esa idea predominante en cuanto la fidelidad que hemos decidido tener con Dios, nuestra familia, con nuestros amigos y en el matrimonio
Somos el resultado de esa idea predominante en cuanto al trato que hemos decidido tener con el prójimo, se llame esposo, hijo, amigo, patrón, empleado, estudiante, maestro, pastor…
Somos el resultado de esas ideas en cuanto al otro y a nosotros mismos que se han transformado en nuestro estilo de vida.
Jesús vino para cambiar nuestra mente, nuestra forma de pensar y nuestro corazón, pero nosotros somos los responsables del mantenimiento que le hacemos a nuestra mente y corazón.
Por ejemplo, Maikol me entrega impecable y brillante el auto, que se mantenga así depende del cuidado que yo tenga cada vez que subo en él.
Lo mismo con nuestra mente y nuestro corazón.
Jesús lo que hace es poner en nosotros su manera de pensar, pero ese modo de pensar se va a mantener en nosotros, tanto como decidamos cuidar nuestra mente y nuestro corazón de todas esas ideas diabólicas que el diablo, las filosofías del mundo, los líderes económicos, los líderes sociales, quieren imponer para tenernos sujetos a sus caprichos.
Nuestra mente debe ser constantemente renovada por Dios para que podamos amar su voluntad, para que la vida que Él nos enseña sea nuestro estilo de vida.
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Romanos 12:2
Todos hemos venido lastimados, con ideas equivocadas con respecto a Dios, la vida, el trato al prójimo, los anhelos de nuestro corazón… y sólo Dios puede cambiar nuestros pensamientos.
Esos pensamientos contaminados que hemos guardado en nuestro corazón son los que nos llenan de mentiras nuestra boca, y si nuestra boca habla mentiras y falsedades es porque nos hemos llenado de hipocresías.
Si nuestra mente se ha contaminado no tendremos el coraje de mirar hacia adelante, y mirar hacia adelante en la Biblia no es pasar planeando en lo que vamos a hacer en el futuro, sino lo que comenzamos a hacer para llegar a aquel futuro.
Si nuestra mente se ha contaminado no sabremos cómo vivir, no sabremos dar pasos correctos hacia el futuro, sino que por el contrario, pasaremos metiendo la pata porque elegiremos los amigos, novio, esposo, trabajo, casa… en cuanto a nuestras ideas, en cuanto a nuestros gustos, muy lejos de Dios.
Y lo peor de todo es que todas esas cosas que Dios no quiere que lleguen a nuestro corazón y nosotros hemos dejado que lleguen, son las que terminan debilitando nuestra fe porque nos llenan de preocupaciones que nos parecen sin solución; nos hacen sentir solos contra el mundo y nos sentimos cansados; nos hacen sentirnos desilusionados y de nos vuelven desconfiados; nos hacen temerosos, frustrados, tristes, defraudados, derrotados.
Si queremos saber si han llegado a nuestra mente esas ideas, esos pensamientos que no deberíamos tener, fíjate si algo de esto es similar a como te sientes:
Preocupado. Sin soluciones. Solo contra el mundo. Cansado. Desilusionado. Triste. Frustrado. Derrotado. Defraudado…
¿Viste que sí somos de los que no cuidamos?
¿Viste que sí estamos dejando que nuestra mente y corazón tengan más dudas que fe?
¿Viste que es por eso que nos pasan cualquier gato por liebre?
¿Viste que es por eso que se nos hace difícil diferenciar entre el bien y el mal?
¿Recuerdas que nuestras ideas que se vuelven actos viajan a 432 km/h y la sangre que sale del corazón a 2 km/h?
Es por eso que insultamos a 432 km/h y pedimos perdón a 2 km/h.
Es por eso que nos ofendemos a 432 km/h y demoramos tanto en arreglar las cosas.
Pero si empezamos a cuidar nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, las cosas van a cambiar en nuestras vidas.
Dios está mirando continuamente es nuestro corazón. Los motivos que impulsan nuestras palabras, nuestros actos…
Dios está mirando continuamente qué cosas son las que elaboramos con nuestra mente, Dios está mirando qué cosas son las que retenemos en nuestra mente. Dios está mirando qué cosas traemos continuamente a la memoria. Dios está mirando cómo estamos guardando ese corazón.
Y dependiendo de lo que tenemos, será la bendición que pueda darnos.
Una mente llena de fe puede mantenernos brillando en la más grande oscuridad que nos toque atravesar.
Un corazón lleno de fe puede cinchar hasta pasar todas las adversidades.
Esta predicación o mensaje trata sobre: Corazón, Decisiones, Pensamiento, Proverbios, Voluntad
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