La lección de los 70 hombres para 1 misión
La gran lección de setenta hombres. No eran famosos, ni grandes teólogos, no eran especialistas en nada y de serlo sus especialidades no contaban para nada pues no se mencionan. Pero nos enseñan una gran lección. Hicieron lo que tenían que hacer y los hicieron bien.
Cada uno de nosotros tiene una misión, un propósito, un servicio a Dios… cada uno de nosotros debemos hacer lo que tenemos que hacer y hacerlo bien.
Estos hombres no pensaron que era difícil, que no estaban preparados, que se iba a complicar, que no tenían ganas, o que se puede “barrer por donde ve la suegra”
Tenemos que cumplir cada uno con la misión que nos ha sido confiada, tu pequeña misión, la que sólo tú puedes cumplir; tú solo en toda la creación puedes llenar esa misión.
El cumplir con el propósito de Dios para nuestras vidas, mostrará cuanto es nuestro amor por Él.
Dios espera que cada uno de nosotros esté en nuestra misión al “pie del cañón”, firmes, en nuestros puestos, haciendo lo que debemos hacer.
Dijimos que estos 70 hombres cumplieron con su misión bien, la pregunta es ¿porqué pudieron cumplirla bien? Hicieron todo al pie de la letra, y creyeron que Jesús cumpliría su parte del trato si ellos cumplían la suya. Es la única forma de que nosotros cumplamos nuestra misión, que sigamos las instrucciones de vida de Dios al pie de la letra y estemos seguros que Él cumplirá su parte del trato.