¿Recuerdas todas las pestes que mandaba sobre Israel cuando pecaban? Era para corregirlos.
Dios usa la aflicción para que aprendamos a depender de Él.
Dios usa la aflicción para disciplinarnos.
Dios usa la aflicción para llevarnos al arrepentimiento, para llevarnos al cielo.
Pero no podemos decir que cada enfermedad, cada tristeza, cada problema, es un acto correctivo de Dios. Pero sí es una forma que usa para perfeccionarnos.
Job no sufrió aflicción porque estuviera en pecado, no hay una relación entre lo que sufrió y su vida “justa” como Dios mismo califica. Era justo, y lo perfeccionó. Fue mejor, entendió más sobre Dios y su soberanía…
Y otra cosa, no siempre tendremos la respuesta de por qué Dios nos aflige, Israel la obtuvo, Job no, Pablo no…
Y lo importante no es la respuesta de Dios, es la nuestra ante el dolor: reconocer la soberanía de Dios.
Y aun en ellas Dios obra perfección.
Dios y nadie más que Dios ha establecido nuestros tiempos de tristezas. Dios ha permitido que ocurran y tienen un propósito.
tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;… Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin. Eclesiastés 3:4 y 11
Debemos estar conscientes que nos toca y nos tocará sufrir. Que aquellos a los que más amamos, les toca y les tocará sufrir. Aunque nosotros no querramos.
Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, 1 Pedro 4:12
Del mismo modo que preparas a tus hijos y a quienes amas para disfrutar de las cosas buenas de la vida y del mismo modo que construyes y te esfuerzas para disfrutar las cosas buenas de la vida, aprendamos a estar conscientes y preparados que los días malos vienen y vendrán.
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Efesios 6:13
Prepárate y prepara a los que amas para esos días malos.
Convéncete y convence a los demás que cuando la aflicción nos golpea no es para destrozarnos, es sólo una parte de lo que es ser cristianos.
Convéncete y convence que el mundo es un valle de lágrimas.
El mundo es un lugar de dolor.
No sólo es Disneylandia, muchos días es un valle de sombra de muerte.
Estamos en el mundo.
No podemos escapar del mundo, pero no estamos solos. Dios está con nosotros.
Jehová será refugio… para el tiempo de angustia. Salmo 9:9
Ser cristiano es vivir fortalecidos por Dios en medio de las lágrimas.
Todas las circunstancias difíciles son los momentos en que Dios dice: “es tiempo de confiar en mí”.
Y del mismo modo que te convences y convences a los demás que vendrán días malos.
Convéncete y convence a los demás que el sufrimiento termina,
…pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo. Juan 16:20
Debemos aprender a recibir la consolación de Dios y debemos aprender a ir dejando atrás nuestras tristezas.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación. 1 Corintios 1:3-5
En medio de la aflicción, Dios nos está consolando, no es que comienza a consolarnos después que la aflicción ha terminado y ha pasado el tiempo.
Mira la Biblia.
“nos consuela en nuestras tribulaciones”, presente, son dos acciones simultáneas.
“abundan las aflicciones… abunda nuestra consolación”, otra vez presente.
Aprende esto, enseña esto. Hay sufrimiento, pero mientras sufrimos, Dios ya está consolando, no es que después de dejarnos sufrir un montón, comenzará a consolar, ya lo está haciendo.
Debemos aprender a mirar nuestro presente sin la carga del pasado.
Debemos aprender a proyectarnos hacia el mañana sin la carga del hoy.
… olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante… Filipenses 3:13
Que Dios sea nuestro Padre de toda misericordia y de toda consolación en cada momento de aflicción.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, 2 Corintios 1:3
Si está abundando el dolor, comienza a mirar a Dios, mira a tu Creador y no las circunstancias y verás que sobreabunda su consolación, Él está obrando y hará cosas nuevas.
Esta predicación o mensaje trata sobre:
Dolor, tristeza, sufrimiento, consuelo, salmos– – – – – IMPORTANTE – – – – –