Cuando los héroes tienen nombre de mujer. Débora y Jael

A unos 150 km de donde vivía y juzgaba Débora, vivía Barac. Dios le había ordenado a Débora que llamara  a Barac para que fuera el líder de la liberación de Israel.

Pero Barac era un hombre al que le faltaba valor y si Débora no le acompañaba a la batalla, él no iría. 

Si tú fueres conmigo, iré, pero si no fueres conmigo, no iré.

Débora aceptó acompañarlo, pero la falta de fe y de valor de Barac llevaron a que Dios diera la gloria y el honor de ganar la batalla a una mujer.

A otra mujer que aparece en esta historia.

En el valle de Jezreel es que se encuentran los ejércitos de Barac y de Sísara; Débora, dirigida por Dios, le indicaba a Barac cuándo atacar y los israelitas avanzaban sobre sus enemigos.

Sísara, viéndose derrotado, toma su carro y huye del campo de batalla y luego termina huyendo a pie. En su huida cree refugiarse en la tienda de una mujer llamada Jael, esposa de Heber.

Pero Jael es la mujer a la que Dios usa para dar muerte al cruel Sísara y dar un ejemplo al pueblo de cómo Dios usa a las mujeres que se someten a su Palabra y por fe, son valientes.

Fueron dos mujeres a las que Dios usa para cambiar la situación de Israel, Débora la que se atrevió ir al frente de la batalla; Jael, la que estaba en su tienda y con una estaca y un martillo dio muerte al temido general del ejército cananeo. A Dios, para usarte, no le importa ni tu sexo ni tu edad, sólo espera tu obediencia. En la obediencia Dios se manifiesta.

Esta predicación o mensaje trata sobre:Débora, Barac, Jael, jueces, héroes, obediencia, mujer

– – – – – IMPORTANTE – – – – –

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