¿Desesperado?, ¿triste?, ¿cansado de la vida?… ¿sabías que la Biblia nos muestra qué hacer para volver a ser personas llenas de esperanza?… aquí está el secreto
Cuando la desesperanza llega a nuestras vidas es como si nuestra alma envejeciera de pronto. Como si nuestro espíritu tuviera mil años o más.
La desesperanza rompe todos nuestros sueños y nuestras emociones de tristeza, enojo, dolor… quedan a flor de piel y nos desbordan por casi no tenemos control de ellas.
La desesperanza es casi el sentimiento más peligroso porque la esperanza es la cualidad necesaria para la vida.
Significado de la desesperanza.
¿Dónde?… ¿Cómo?… ¿Cuándo?… ¿Por qué Comenzó nuestra desesperanza?
La desesperanza comenzó en nuestra mente, cuando dejamos que ante una circunstancia determinada, el diablo nos convenciera que esta vez más vale no luchar.
Se fue manifestando como pereza, tristeza, dejadez… antes que nos diéramos cuenta de su presencia.
La desesperanza aprendida.
Y cuando nos dimos cuenta que estaba en nosotros, ya había matado el valor, ya nos había hecho renunciar a ser valientes, olvidándonos que el reino de los cielos es sólo de los valientes, los que nunca se rinden, que en el reino de los cielos no hay cobardes.
A esto se le llama desesperanza aprendida, cuando ya nos habituamos a vivir de esa manera, y aún mas, hay situaciones en que las circunstancias que provocaron la desesperanza, ya han cambiado, pero nuestra mente y espíritu no están listos o no quieren salir de ese estado.
Otras veces el temor a el cambio de situación nos llena de dudas, e inconscientemente preferimos permanecer en un estado catastrófico conocido, que hacer lo necesario para superar la desesperanza aprendida.
Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará ni te desamparará; no temas ni te intimides. Deuteronomio 31:8
La desesperanza fue llegando cuando dejamos de oír esto que Dios dice, y le escuchamos algunas de las mentiras al diablo.
Dios sabía que podíamos llegar a sentir desesperanza. Es por eso que en todas sus promesas nos da palabras de aliento, para que no nos dejemos invadir por la desesperanza.
Pero, ¿qué hacer cuando ya la desesperanza nos ha ganado varias batallas?
En el Salmo 56 encontramos cinco cosas que podemos hacer para escapar de la desesperanza.
Mis huidas tú has contado… v.8
1- Dios conoce mi vida, mi situación, cada lágrima que he llorado, él la vio… si Dios las conoce, de todo lo que me ocurre puedo salir vencedor porque Dios no permitiría nada que me destruyera
el día en que yo clamare… v.9
2- Dios espera que yo clame por su ayuda y que mientras Él prepara el socorro para mi situación, espera ver en mí una digna hija suya que pelea la buena batalla de la fe.
En Dios he confiado; no temeré…v.11
3-Cuando no sé qué decidir, qué hacer, cómo se solucionará, cómo seguir, sólo me corresponde ir transitando el camino que Dios va abriendo, no tengo porqué conocer el resto de mi futuro ni cómo se arreglará sino que todo lo que Dios va poniendo delante de mí y que puedo hacer lo hago, y al ir en confianza viviendo, Dios se encargará de ir arreglando el futuro. Esa debe ser mi confianza continua.
Sobre mí, oh Dios, están tus votos… v.12
4-Dios es fiel al cumplir el pacto, nunca lo ha invalidado, yo debo cumplir con mi parte aún en medio de la desesperanza, porque aunque no lo vea, Él está cumpliendo con la suya.
Te tributaré alabanzas…v.12
5- No importa si las cosas están bien o mal, si tengo ganas o no, no importa nada más que una sola cosa: he sido creado para alabanza de su gloria, por lo tanto toda mi vida, mi mente, mis actos, mis palabras, deben alabarle.
Si hacemos esto, el diablo no podrá mantenernos en desesperanza.
Y hay una razón por la cual Dios nos saca de la desesperanza: para que podamos vivir como sus hijos.
Para que ande delante de Dios en la luz de los que viven. v.13
Esta predicación o mensaje trata sobre: Desesperanza, Tristeza, Esperanza, Ánimo, Salmos
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