La torre de Babel

La torre de Babel fue construida aproximadamente en el 4.800 a.C.

Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras. Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí. Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla. Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra. Génesis 11:1-4

Construir una torre no era el pecado, el pecado era la intención.

¿Cuál era el objetivo de construir una torre en medio de la llanura de Sinar?

-hacerse un nombre famoso: querían exaltarse a sí mismos

-llegar hasta el cielo: llegar a Dios no del modo establecido por Dios.

-evitar la dispersión: sabían que Dios había ordenado la dispersión, ellos querían permanecer juntos así que planean algo grande contra lo cual Dios no se enfrentara para dispersarlos.

-era una sociedad antropocéntrica: tenían al hombre en el centro y habían quitado a Dios.

Aunque la Biblia no menciona a Nimrod en el capítulo 11, los planes de construir la torre fueron suyos.

Él había fundado Babel y era la capital de su reino.

El nombre que Nimrod había designado para la torre era Bab-el: puerta de Dios.

 Algunos buscan su significado en hebreo y dicen que Babel viene del verbo hebreo Balál que significa confusión.

Ambas palabras definen a la torre de Babel.

Pero ante la desobediencia de los hombres es que Dios actúa confundiendo las lenguas.

Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres. Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. Génesis 11:5-7

Dios, que conoce los corazones, sabía que a esas personas nada les haría desistir de su empresa (y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer), aunque era imposible que llegaran hasta el cielo y era imposible que un día no se vieran obligados a dispersarse, Dios decide mostrarles una vez más que es Él quien gobierna en el mundo. Dios actúa en conjunto en la perfecta armonía de la Trinidad: … Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. 

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