Quitando los tropiezos. Isaías 57:14

Escuchad y oíd; no os envanezcáis, pues Jehová ha hablado. Dad gloria a Jehová Dios vuestro, antes que haga venir tinieblas, y antes que vuestros pies tropiecen en montes de oscuridad, y esperéis luz, y os la vuelva en sombra de muerte y tinieblas. Mas si no oyereis esto, en secreto llorará mi alma a causa de vuestra soberbia; y llorando amargamente se desharán mis ojos en lágrimas, porque el rebaño de Jehová fue hecho cautivo. Jeremías 13:15-17

El orgullo llena nuestro corazón y no le deja lugar a Dios
El orgullo no nos permite escuchar los consejos de qué hacer y cómo vivir y nos transforma en desobedientes
El orgullo nos hace creer que no nos quieren dejar vivir libres, que decidiendo nosotros lo que queremos, somos verdaderamente libres
El orgullo nos lleva a guardar nuestro interior como una fortaleza que ni la palabra de Dios penetra y la basura de nuestras vidas sigue metida en nuestros rincones
El orgullo nos quiere fuertes, inquebrantables, Dios quiere quebrar nuestro corazón de piedra y darnos uno de carne
El orgullo es uno de nuestros peores enemigos:
- Nos lleva por mal camino: “La soberbia y la arrogancia, el mal camino,” Proverbios 8:13
- Contribuye a nuestra deshonra: “Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra” Proverbios 11:2
- Rompe la armonía, provoca peleas, rompe nuestras relaciones: “Ciertamente la soberbia concebirá contienda” Proverbios 13:10
- Nos engaña: “La soberbia de tu corazón te ha engañado” Abdías 1:3
Dios va a encontrar el modo de quebrar nuestro orgullo, mejor abandonemos nuestro orgullo y dejemos que Dios sea quien dirija nuestra vida: “él puede humillar a los que andan con soberbia.” Daniel 4:37

La mayor parte de los tropiezos están en nosotros mismos y son aquellas cosas que desde el primer día que comenzamos a caminar con Dios, Él nos dijo que debíamos ir quitando. Cuanto más tardemos en cambiar, más duro será el tropezón, cambiemos ya