Los judíos retornados aborrecen la idolatría y comienzan a desarrollar un fuerte sentimiento nacionalista. Este sentimiento nacionalista derivará en un orgullo racial que encontraremos cuando nace Jesús.
Luego de Ciro gobiernan tres reyes más que siguen más o menos la misma línea de Ciro.
El cuarto en gobernar el imperio medo-persa, es Darío el Grande. Cuando él gobierna comienza a surgir un nuevo imperio: el griego, al cual se enfrentará en las guerras medas en las cuales siempre vencerá.
Su hijo, Jerjes o Asuero, esposo de Ester, no tendrá el mismo éxito.
El primer enfrentamiento entre Jerjes y los griegos se da en la batalla de Termópilis (película “300”) en el que logra contener el avance del nuevo imperio.
La derrota les lleva a entender que si todas las ciudades estados griegos se unen, derrotarían a los persas, es así que el imperio griego se forma de la unión de muchos pueblos.
La derrota de Jerjes en la segunda guerra meda en la batalla naval de Salamina inicia la decadencia del imperio medo-persa y el ascenso del imperio griego.
Es en este tiempo que los samaritanos construyen en el monte Gerizim una réplica del templo de Jerusalén lo que aumentará la rivalidad entre judíos y samaritanos.
Aparece en este momento de la historia Alejando el Magno que termina de destruir el imperio medo-persa y conquista todo el mundo conocido estableciendo el griego como la lengua oficial y elemento de unidad del imperio.
El encuentro de la cultura griega y judía impactará a ambos pueblos.
Los griegos nunca habían conocido una nación teocrática como la judía; los judíos nunca habían conocido una nación tan cultural como la griega.
Los griegos les contagian con el conocimiento intelectual, la ciencia, el arte…
Los judíos les contagiaron la alfabetización general y el bienestar social dado que aún defendían los derechos de los esclavos.
La fascinación de los griegos por el judaísmo impulsa la traducción de la Biblia hebrea a l griego, la Septuaginta, realizada por 70 rabinos.
A la muerte de Alejandro, el imperio se divide entre sus generales, pues no tuvo hijos que le heredasen.
En Tracia y parte de Asia Menor quedó Lisímaco. En Macedonia y Grecia quedó Casandro. En Siria quedó Seleuco. En Egipto quedó Tolomeo.
Los judíos habían quedado bajo el dominio de los tolomeos pero tanto ptolomeos y seléucidas querían el control de la zona, lo que fue profetizado por Daniel más de 300 años antes.
Los seléucidas logran derrotar a los tolomeos y en el 198 a.C, Antíoco III, “El Grande”, conquista Israel para los seléucidas y lo dividen en 5 provincias: Judea, Samaria, Galilea, Perea y Traconitide.
El período seléucida fue el más cruel de la historia del judaísmo.
El principal villano fue el Antíoco IV, o Antíoco Epífanes, odiaba al pueblo judío y buscaba transformarlos en griegos.
Para eliminar el judaísmo, vendía a los judíos devotos como esclavos y a otros los mandaba matar (aproximadamente mató unos 40.000).
Antíoco invalidó el sacerdocio levita y pasó a ser un título y un oficio que se le daba a la persona que pagara mejor.
Así el sacerdocio pasa a manos de hombres poderosos que usarían la religión para influir en la política. A estos sacerdotes se les comienza a conocer con el nombre de saduceos.
Antíoco puso un sumo sacerdote que él pudiera manejar y por ley estableció la prohibición de que el pueblo leyera las Escrituras en la Sinagoga; prohibió guardar el sábado y todas las fiestas judías que recordaran al pueblo las obras maravillosas de Dios y castigó con la muerte la circuncisión.
Como aun así no podía matar la fe, Antíoco entró al templo quitó los pocos tesoros que había dejado y profanó el templo sacrificando una cerda sobre el altar y rocío con su sangre todo el lugar santo y estableció allí un altar a Zeus, en el medio del templo, y quemó todas las Escrituras que encontró y le cambió el nombre al templo de David por templo de Júpiter Olímpico. (167 a.C)
Además mató a todos los que en sus casas tenían escondidas Escrituras y destruyó todas las que pudo.
Pero para ese momento ya se habían escapado a las cuevas de Qumram un grupo de escribas que llevaban las Escrituras. (Conocidas hoy por los Rollos del Mar Muerto)
Esta profanación del templo provocó la rebelión de los Macabeos que es recordada como una de las hazañas más heroicas de la humanidad.
En la ciudad de Modín, Matatías, se opone al sacrificio del cerdo y se rebela, consiguiendo la adhesión de un grupo de judíos que iniciarán la revuelta macabea.
Los Macabeos son una familia de patriotas y gobernantes judíos conocidos también como asmoneos, son descendientes de los levitas.
Ellos dirigieron al pueblo judío en su lucha por la libertad de los seléucidas.
El líder macabeo fue Matatías junto con sus cinco hijos, valientes y guerreros.
A la muerte de Matatías queda al frente de la rebelión su hijo Judas Macabeo.
Judas reconquista Jerusalén, con la ayuda de Roma, en el 164 a.C. y el templo es purificado y dedicado nuevamente a Jehová y se celebra un nuevo comienzo de los sacrificios.
Adivina qué día ocurrió eso: un 25 de diciembre y los judíos celebraron la purificación del templo por ocho días, esta fiesta se llama: Januká.
Judas Macabeo fue uno de los mejores generales de la historia judía.
Pero poco a poco comienza a perderse la pureza de la revuelta, esto provoca la oposición de los fariseos que poco a poco logran llegar hasta los gobernantes y acceden al poder.
La libertad lograda por los macabeos se termina al surgir el imperio romano quienes dominarán la zona.
Pompeyo, quien conquista Siria y Judea, puso al sumo sacerdote como Etnarca (gobernante del pueblo)
Pompeyo recortó el territorio judío liberando a muchos pueblos que habían sido anexados por los macabeos y creó la confederación de diez ciudades libres llamadas Decápolis.
Y el pueblo judío queda dividido en 4 zonas: Judea, Galilea, Idumea y Perea.
Es cuando surgen los Herodes que se transformarán por edicto de César Augusto, en los reyes de los judíos.
Pero los Herodes tenían un poder limitado por el gobernador romano al que debían sumisión. Cuando Jesús fue crucificado, el gobernador romano era Pilato.
Los judíos rechazan a Herodes quien para ganarse la confianza de ellos se casa con Marianne, una descendiente macabea, reconstruye el templo (en esta reconstrucción es que se crea la parte separada para las mujeres en el templo, una actitud machista que no estaba en la Biblia ni en la cultura judía hasta este momento), e intenta reconquistar la mayor parte del territorio una vez judío.
Es así que logra incluir en su dominio toda Judea, Samaria y Galilea, parte del Golán y el oriente del Jordán, excepto Decápolis.
Para mostrar su agradecimiento a Roma, Herodes reconstruyó todas las ciudades al estilo helenístico y les puso nombre romano.
Herodes vivió obsesionado con perder el trono por lo que mataba a todo aquel posible ocupante, es así que mata a su cuñado, hermano de Marianne, que era el sumo sacerdote, a la propia Marianne, sus dos hijos y a su propia suegra.
Fue su temor, y la certeza de que el Mesías le quitaría el trono, que le hizo tomar la decisión de matar a todos los varones menores de 2 años.
Herodes Antipas, o el Tetrarca fue quien gobernó durante el ministerio de Jesús.
¿Qué beneficios daba el imperio romano para que en ese momento Dios enviara a Jesús?
-los romanos habían logrado un grado de paz no conocido hasta el momento en todo el mundo conocido, esto se le llamó “pax romana”. Esta paz permitió el avance de la predicación
-el mundo conocido estaba globalizado y casi sin fronteras, lo que facilitó la difusión de la fe cristiana.
-la red de carreteras que habían construido para controla el imperio iban desde España hasta el Éufrates, desde Alemania hasta África lo que facilitará los viajes misioneros.
-la existencia de diferentes religiones y filosofías, hacían al pueblo buscadores de ideas nuevas y por eso los cristianos fueron escuchados
-la utilización del griego koiné como lengua general en el imperio
Dios está preparando los tiempos para la segunda venida de Jesús, se acerca el cumplimiento de ese tiempo, ¿ya es Jesús el rey de tu vida?
Esta predicación o mensaje trata sobre: Sociedad, Imperios, Cautiverios, Retornos, Israel, Jesús
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