La realidad de nuestra sociedad, con todos sus crímenes, fracasos, descontrol y leyes que autorizan matar, simplemente ocurren porque nos hemos alejado de Dios. El caos, el dolor y la destrucción, no son por culpa de Dios, son nuestra culpa por haber abandonado a Dios.
Yo no sé cómo ves que está el mundo y en especial nuestro país, pero suele sorprender lo que ocurre, ¡Cómo estamos hoy!
Si miramos la historia de la humanidad, cada vez que alguna sociedad ha vivido como se vive hoy, ha faltado la advertencia sana de la Iglesia y se ha oído mucho la voz de hombres que decían venir de parte de Dios, y a estos siguieron muchos que quedaron expuestos a la ira de Dios y Dios ha abandonado a esas sociedades hasta que se humillaron y se volvieron a Él.
Y creo que muchos dirían que Dios nunca abandona. Sí, Dios abandona, abandona cuando el hombre le abandona primero a Él. Y ese abandono es consecuencia de la ira de Dios.
No diré que Dios está por abandonar o ha abandonado a Uruguay, pero no creo que estemos viviendo un tiempo de gracia ni de visitación especial de Dios para Uruguay, como se grita por muchos lugares, porque si así fuera no se habría legalizado el sacrificio de bebés inocentes. Y tal vez me digan que el aborto no es un sacrificio, yo sí lo creo.
El sacrificio es lo que se mata en honor de un Dios. El aborto es un sacrificio porque se mata un bebé para honrar al dios hombre y diosa mujer que quieren vivir sus vidas a su modo en dónde sólo importa el “yo”, en donde todo es para satisfacerles y hacerles felices a ellos. Se creen con todos los derechos a conseguir lo que a ellos les hace felices, plenos, desarrollados, porque es su derecho. Se creen dioses y como matan para conseguir esas vidas, considero el aborto un sacrificio en honor a sus vidas.
Sí creo que entre los hijos de Dios sí está sobreabundando la gracia, pero no para nadie más que no sea hijo de Dios. Para los demás no sé si no están a un paso de la ira de Dios.
Romanos 1:18-32 es lo que me está haciendo pensar en cuán merecedora de la ira y del abandono de Dios está siendo nuestra nación.
Es por esa certeza que hay en mi corazón que desde hace un tiempo, cada vez que predico, busco exponer lo más clara posible lo que la Biblia dice para que el pueblo de Dios no perezca por falta de conocimiento.
Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican. Romanos 1:18-32
No sé si este pasaje describe como tú ves a la sociedad hoy, pero sí describe como la veo yo, lo sorprendente es que comienza diciendo: la ira de Dios se revela desde el cielo contra la tierra cuando el hombre hace…
Y es una ira en la que Dios abandona a una nación porque repetidas veces Pablo dice: “los entregó”, vv. 24, 26, 28.
Los entregó a vivir como querían, los dejó hacer lo que querían, luego de advertirles que quienes viven esas vidas son dignos de muerte, los abandonó.
Una sociedad abandonada por Dios no podrá evitar las consecuencias de su comportamiento, no podrá detener el desastre ni la maldad que irá en aumento. Y tampoco podrá impedir el juicio de Dios.
Para que una sociedad sea abandonada por Dios, debe transitar el camino descrito en estos versículos y es tu responsabilidad determinar en qué lugar está nuestro país y determinar que tu vida la usarás para lo que es eterno, en lo que sea que sean tus responsabilidades, construir para lo eterno.
Miremos lo que dice Romanos:
- …porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó…su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo… Dios siempre se ha revelado al hombre, v.18; aun en la naturaleza podemos conocer algo de Dios. Romanos 2: 14,15, dice que la ley de Dios está escrita en el corazón del hombre, por lo tanto, Dios se hace cognoscible para el hombre que le quiera conocer.
- Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias… pero para poder hacer lo que quiere, el hombre prefiere desconocer la revelación que Dios le da de sí. El origen del ateísmo no está en que Dios es difícil de conocer o que sus hijos no lo predicamos con éxito, sino que el ateísmo tiene su origen en las concupiscencias del hombre, en su afán de vivir la vida que quiera y del modo que quiera.
- …sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios… El hombre suprime la verdad de la revelación de Dios, Dios abandona y juzga a esa sociedad. No hay sabiduría humana, no hay bondad que el hombre pueda expresar y ejecutar en el mundo para poner orden, cuando ya Dios ha abandonado a una sociedad. Antes de ser abandonada por Dios, sus integrantes decidieron no obedecer ni glorificar a Dios, confiar en su propia sabiduría y adorar aquello que consideraron merecía ser su Dios, transformándose en una sociedad impía e injusta. La ira de Dios se manifiesta entonces, entregándolos, abandonándolos.
- Inmundicia. La propaganda que mires en la tele, ¿qué es lo que vende el artículo promocionado, las cualidades del artículo o la mujer u hombre provocativo que lo promociona? El avance de la pornografía es la primera señal del abandono de Dios.
- Concupiscencia de sus corazones. La sociedad se vuelve obsesionada con el sexo, todo tiene su razón de ser con el sexo por eso pasa a ser una materia en los centros de estudios, y si lo enseñan, ¿cuándo enseñarán, aunque sea una clase al mes, cómo ser padres y madres, cómo administrar un hogar…?. Obsesionada con la fornicación y el adulterio. Y señal de esto es que ¼ de la programación de canal 12 es el arreglo de citas para fornicar, adulterar, concertar orgías… El día tiene 24 horas, tele chat está al aire 6 de esas 24 horas, pero aun cuando no está al aire, sigue concertando citas, o cobrando a personas por enviar y recibir sms de altísimo contenido erótico y promiscuo. Y eso es sólo en uno de los medios de difusión, si pensamos en todo lo que proporcionan internet y otros más…
- Deshonraron entre sí sus propios cuerpos. Cualquiera se cree con el derecho de tocar el cuerpo de cualquiera. Cualquiera se cree con derecho de experimentar con quién o con qué quieran. Los negocios de venta de juguetes sexuales son los que mayor margen de ganancia están dejando en nuestro país. Un dato curioso es que en EE.UU hay más de estos negocios que McDonalds
- Pasiones vergonzosas. Homosexualidad, lesbianismo, bestialismo… En nuestro país los están legalizando. En nuestro país nos condenan a quienes decimos: “Eso está mal”. En nuestro país le cobran menos impuestos a quien toma por empleado a alguien con esa decisión sexual. Y dice “recibieron en sí mismo”, eso indica que la causa de las enfermedades de transmisión sexual son consecuencias del pecado.
- Mente reprobada. No pueden elegir lo de verdad correcto. Como no pueden controlar el narcotráfico, proponen que el gobierno mismo sea el suministrador de las drogas pero también prohíben la sal en las mesas de los restaurant. Eso es mente reprobada. Mente reprobada es que sea más barato un porro que el pan o la yerba para un mate. Es la que hasta se le dificulta reconocer qué cosa es pecado y encuentra una explicación que lo hace aceptable.
- Perversidad. Es deleitarse en hacer el mal. ¿Cuántas alianzas se crean para burlarse del prójimo? ¿Cuán feliz e inteligente y astuto se considera quien logra burlarse y divulgar al extremo dicha burla?
- Avaricia. No es pecado tener bienes materiales si esos bienes materiales no son nuestro tesoro, pero hoy en día, en la mayoría de las personas, sí son un tesoro. Y nunca se tiene suficiente. La avaricia impide el contentamiento y la gratitud.
- Maldad. La maldad del hombre hoy parece deshonrar a Dios pero el día del juicio, Dios usará esa maldad para su gloria al desterrarla para siempre de su presencia y enjugará todas las lágrimas que la maldad provocó en sus hijos.
- Llenos de envidia. Desde los más ricos a los más pobres son infectados por la envidia, y eso lo vemos en dos cosas: tanto rico como pobre ve que su vecino compra algo nuevo, allá va él en busca de lo mismo o algo mejor; tanto rico como pobre no se fija en los medios que usa ni a quienes perjudica en su afán de alcanzar los bienes que podrían, según su entendimiento, proporcionarle felicidad.
- Homicidios. La vida del prójimo no vale tanto como las necesidades o caprichos de otros. Matan por $50 y no importa si es por pan o droga, pero la vida del prójimo no tiene valor y cualquiera se cree con derecho de tomarla. Y es más, ahora podemos ser homicidas legales al matar bebés que interfieren con los planes a futuro de hombres y mujeres.
- Contiendas. Rivalidades, discusiones, discordias. La rivalidad, las peleas, son cosas que caracterizan a nuestras sociedades. ¿Cuántos insultos, burlas, ofensas, discusiones, se escriben, se dicen, se gritan… antes de un clásico? ¿Cuántos partidos de fútbol no tienen problemas en las tribunas, en la cancha, en la calle? Por lo tanto las contiendas son cosas de todos los días
- Engaños. Una persona que usa trucos, trampas y falsedades para alcanzar un propósito determinado. Eso va desde el dolor de panza que inventamos para no ir a la escuela hasta las mentiras de los planes de gobierno para conseguir votos.
- Malignidades. Mala disposición, malas maneras, es cuando se tuerce el bien para que parezca mal.
- Murmuradores. Es esa costumbre de hablar en secreto sobre otros, rumorear, levantar calumnias, chismosos, habladuría, insidia. ¿Cuántas relaciones se han roto por causa de los murmuradores?
- Detractores. La palabra griega significa literalmente “hablar en contra”, es decir cosas malas y negativas de una persona que no está presente (si estuviera presente, no lo dirías), falsas acusaciones, difamar, menoscabar. Es eso que algunos practican todos los días.
- Aborrecedores de Dios. Rechazan a Dios… y de esos todos conocemos muchos.
- Injuriosos. Son los violentos, son los que dañan, son los que golpean, son los que ofenden, insultan…
- Soberbios. Son todos los que quieren aparecer por encima de los otros, como mejores, más capaces, más importantes…
- Altivos. Están tan llenos de sí mismos que sus pensamientos están lejos de Dios. Piensan que no tienen necesidad de Dios o aún peor, que Dios debe aceptarlos como son, porque ellos merecen ser aceptados.
- Inventores de males. Planean, y disfrutan al hacerlos, el mal que luego ejecutarán
- Desobedientes a los padres. ¿Quiénes de nosotros no somos culpables de esto?, pero hasta en las redes sociales se asombran de la desobediencia que hay en este presente.
- Necios. Espiritualmente ciegos, faltos de entendimiento.
- Desleales. No cumplen con su palabra, ni aun con aquellos que más aman, como a esposa, esposo, hijos, padres…
- Sin afecto natural. Poco amables, sin corazón, faltos del amor natural.
- Implacables. No perdonan.
- Sin misericordia. No tienen compasión, son despiadados y crueles.
Estos son los pecados que envían a las personas al infierno.