A veces se nos hace difícil imaginar que Dios perdone pecados con consecuencias tan tristes y difíciles de afrontar como las violaciones, asesinatos…, pero sí, Dios perdona todo tipo de pecados.
Dios perdona tanto los pecados que nosotros consideramos como pequeños, como la mentira, y los pecados que en nuestra mente serían imperdonables como una violación.
No existe un pecado tan grande, que se cometa en contra de otro ser humano, que Dios no pueda perdonar.
Todos los seres humanos somos pecadores, cualquiera de nuestros pecados merece el castigo eterno.
por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, Romanos 3:23
Dios, a través de Jesús ha provisto perdón de todos los pecados y salvación para todos los que se arrepienten y se apartan de sus pecados.
Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, Colosenses 2:13
Sí son diferentes las consecuencias que deben enfrentar un mentiroso y un violador.
De seguro que el violador deberá cumplir una condena legal y una condena social mucho más severa que un ladrón, pero si acepta a Jesús como su Salvador, su pecado será totalmente perdonado y podrá tener vida eterna con Cristo.
¿Por qué son perdonados tanto los pecados pequeños como los pecados con tan graves consecuencias?
El perdón que Dios da a través del sacrificio de Jesús no se relaciona con el tamaño o la gravedad del pecado sino con lo grande que fue la obra redentora de Jesús. La salvación que Jesús compró en la cruz es más que suficiente para perdonar todos los pecados, tanto los pequeños, los grandes y los enormes pecados de toda la humanidad por todos los siglos.
Al hablar del perdón debemos pensar en la inimaginable magnitud de la redención, no en la magnitud de los pecados.
La salvación es completa, el perdón de los pecados es completo.
Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu. Juan 19:30
Y es tan completa la obra redentora de Jesús que cambia todo en la vida de aquel que recibe el perdón, tanto del que ha sido perdonado en pecados con pequeñas consecuencias como el que ha sido perdonado de pecados con consecuencias gravísimas.
Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Salmo 32:1