¿Qué es honrar a los padres?, ¿cómo los honramos? Nunca te habías imaginado antes el alcance que tiene esta mandamiento desde la perspectiva de Dios. Esto es lo que nos enseña Dios en el quinto mandamiento, y este es el primero que trata sobre la forma en que debemos relacionarnos con el prójimo.
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. Éxodo 20:12
En el quinto mandamiento comienzan los que tratan con el modo en que debemos relacionarnos con el prójimo.
Estos seis mandamientos siguientes nos enseñan cómo poner en práctica el amor que Dios quiere que tengamos.
Las sociedades y el relacionamiento entre los seres humanos se está destruyendo porque los hombres no aman a Dios y no ponen en práctica estos mandamientos para dirigir sus relaciones.
Y el orden Dios lo inicia desde la familia, desde el relacionamiento familiar.
El quinto mandamiento establece que los hijos deben obedecer, honrar con su vida, la vida de sus padres.
Este es el primer mandamiento mencionado como el que tiene una promesa incluida.
Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. Efesios 6:2-3 (R.V)
Los hijos deben honra, obediencia y amor a sus padres, pero algunas veces estas tres cosas van separadas, el anhelo de Dios es que vayan juntos, pero veremos los motivos por los cuales a veces van separados.
-los hijos deben honrar, obedecer y amar a sus padres cuando sus padres aman a Dios y les enseñan a amar y obedecer a Dios y sus consejos se basan en el consejo de Dios.
-cuando los padres no aman ni obedecen a Dios, los hijos deben honrar y amar a sus padres siempre, pero sólo deben obedecerles cuando lo que les enseñan, piden o aconsejan no se opone al consejo de Dios.
…Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. Hechos 5:29 (R.V)
Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres… Efesios 6:1 (R.V)
-los hijos que ya tienen su propia familia, deben amar y honrar a sus padres con el modo en que llevan su familia, pero la obediencia no es del mismo tipo. Jesús fue ejemplo de esto.
De niño:
…y estaba sujeto a ellos… Lucas 2:51
De adulto, Jesús continuó amando y honrando, pero la obediencia la limitaba a la obediencia que debía al propósito que Dios le había dado a su vida.
Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. Juan 2:3-5 (R.V)
Cuando el vino se acabó, la madre de Jesús le dijo: —Ya no tienen vino. —Mujer, ¿eso qué tiene que ver conmigo? — respondió Jesús—. Todavía no ha llegado mi hora. Su madre dijo a los sirvientes: —Hagan lo que él les ordene. Juan 2:3-5 (N.V.I)
Un hijo adulto no puede obedecer a un padre ni a una madre por más bueno y justo que haya sido, si al hacerlo perjudica el plan de Dios que ha iniciado: su familia o su vida independiente.