Debemos entender que cada uno de los libros del Nuevo Testamento está vinculado con la predicación que Jesús les encargó a los apóstoles.
Estos hombres serían guiados por el Espíritu Santo para comenzar la predicación del evangelio.
Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros. Mateo 10:20
Ellos tenían la autoridad de Jesús, eran sus portavoces y sus enseñanzas fueron el fundamento de la iglesia que nacía (junto con las que habían heredado de los profetas)
Es así que la iglesia se funda en los fundamentos de los profetas y de los apóstoles.
Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, Efesios 2:20
Para comunicarse con todas las iglesias que van naciendo, los apóstoles comienzan a escribir cartas para dirigir, corregir, instruir, a la iglesia.
Y las iglesias copiaban estas cartas y las compartían unos con otros.
Es así que nace naturalmente el canon del Nuevo Testamento al cual podíamos llamar un producto de la actividad de los apóstoles.
La iglesia primitiva, para conocer la verdadera enseñanza de Jesús, usaban la enseñanza de los apóstoles.
El Nuevo Testamento contiene esa enseñanza y nada más era necesario incluirse en ella.