¿Sabes qué es lo que Dios prohíbe de querer tener cosas? Dios no te prohíbe tenerlas, tampoco te prohíbe querer tenerlas, pero hay algo que sí prohíbe: codiciarlas
No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo. Éxodo 20:17
Dios no nos prohíbe tener cosas, no nos prohíbe el trabajar de forma legítima para alcanzar el bienestar y la comodidad del hogar.
Dios prohíbe la codicia. Codiciar es desear algo que no es nuestro, es desear algo que es ajeno.
La codicia controla nuestros pensamientos y nuestras emociones. La codicia nos enferma espiritualmente.
La codicia ha llegado a nuestras vidas cuando ciframos la felicidad en alcanzar el objeto o la persona codiciada.
La codicia ha llegado a nuestras vidas cuando nos llenamos de celos y de envidia por lo que otros tienen.
La codicia ha llegado a nuestras vidas cuando vemos lo que otros alcanzan y nos preguntamos por qué nosotros no y nos duele y nos frustra nuestra realidad.
…tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición. 2ª Pedro 2:14 (R.V)
¡Ay del que codicia injusta ganancia para su casa, para poner en alto su nido, para escaparse del poder del mal! Habacuc 2:9 (R.V)
Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. 1ª Corintios 10:6 (R.V)
La codicia, el objeto codiciado, la persona codiciada, se transforma en lo más importante en la vida del codicioso y hasta enferma cuando no lo tiene.
Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Mateo 6:21
En el codicioso, el objeto, el bienestar, la persona codiciada, pasa a ser casi como su dios, y lo lleva a la idolatría.
El codicioso se transforma en un consumista descontrolado. Siempre necesita más para ser feliz. La felicidad está en lo que alcanza.
La codicia lleva al robo, a la usura, a las deudas…
¡Ay de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el mal, y cuando llega la mañana lo ejecutan, porque tienen en su mano el poder! Codician las heredades, y las roban; y casas, y las toman; oprimen al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad. Miqueas 2:1 y 2 (R.V)
Los codiciosos no saben compartir a menos que estén esperando una recompensa o sacar ventajas en su supuesta dádiva.
Hay quien todo el día codicia; pero el justo da, y no detiene su mano. Proverbios 21:26 (R.V)
Los codiciosos son dominados por la envidia y se rompe la paz en la familia.
Es cierto que… al codicioso lo consume la envidia. Job 5:2 (R.V)
Alborota su casa el codicioso… Proverbios 15:27 (R.V)
Los codiciosos destruyen su fe en Dios, poco a poco la van perdiendo y sólo pueden volver a poner a Dios en el centro de sus vidas cuando ponen fin a su codicia.
…las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa. Marcos 4:19 (R.V)
Los codiciosos siempre caen en uno u otro pecado que destruye sus vidas.
Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; 1ª Timoteo 6:9 (R.V)
Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, no consientas… no andes en camino con ellos. Aparta tu pie de sus veredas, porque sus pies corren hacia el mal, y van presurosos a derramar sangre…Pero ellos a su propia sangre ponen asechanzas, y a sus almas tienden lazo. Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia, la cual quita la vida de sus poseedores. Proverbios 1:10-19 (R.V)