Cada una de estas bendiciones no sólo son bendiciones sino también profecías sobre el futuro de Israel. En la cuarta está incluida la profecía del nacimiento del Mesías.
¿Nunca te preguntaste cómo llegaron a conocer, unos sabios de Oriente la profecía de un Mesías que nacería en Israel y que la señal de su nacimiento sería una estrella?
Es acá, fuera de la tierra y de la nación de Israel, en tierra extranjera y a pueblos extranjeros a los que Balaam anuncia la profecía del Mesías que vendría a Israel.
Lo veré, mas no ahora;
Lo miraré, mas no de cerca;
Saldrá ESTRELLA de Jacob,
Y se levantará cetro de Israel,
Y herirá las sienes de Moab,
Y destruirá a todos los hijos de Set. Números 24:17
Esta profecía es la que, unos 1500 años después, guiará a los sabios de Oriente a Jerusalén preguntando por el rey de los judíos.
Vale aclarar que no sólo contaban con esta profecía aquellos sabios, sino que también Daniel, en tierras extranjeras daría más información sobre ese rey de los judíos.
Entonces se levantó Balaam y se fue, y volvió a su lugar; y también Balac se fue por su camino. Números 24:25
Esta expresión “volvió a su lugar”, se usa en dos personajes de la Biblia, Balaam y Judas Iscariote.
…de que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar. Hechos 1:25
Ante el rey Balac, Balaam no pudo maldecir a Israel, porque Dios no se lo permitió, pero Balaam regresó a su tierra “por su camino”, “a su lugar”, para seguir siendo quién era él en su totalidad.
Esto nos enseña que ningún Balaam podrá maldecir a un hijo de Dios. Podrá intentar, será su mayor anhelo, pero no puede hacer nada que Dios no permita si nos mantenemos en obediencia. Pero si caemos en desobediencia, sí Balaam puede desatar su maldad.
Esta predicación o mensaje trata sobre: Maldad, Balaam, Soberanía, Voluntad, Obediencia, Castigo
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