Consejos regalados por la ley jurídica de Dios

Consejos regalados por la ley jurídica de Dios

La ley jurídica que Dios estableció para los israelitas nos sirve hoy a nosotros como un llamado a la responsabilidad ciudadana y debería ser la base usada por nuestros legisladores y gobernantes para intentar poner orden en nuestra sociedad

A la ley que Dios le dio a Israel la podemos dividir en tres secciones fundamentales: la ley ritual, todo lo referido al culto, comidas, ropas, casas… esa ley ritual la cumplió y la abrogó, la abolió Jesús, nosotros ya no debemos cumplirla; la ley moral que Jesús dejó ejemplo de cómo cumplirla; y la ley judicial que pertenecía exclusivamente a la nación de Israel, era su ordenamiento jurídico particular y nadie más estaba sujeto a esa ley, pero hoy veremos qué consejos podemos extraer de esa ley jurídica para nuestra vida diaria.

Consejos regalados por la ley jurídica de Dios

La ley jurídica que Dios le dio a Israel es un llamado a la Responsabilidad ciudadana.

La ley que Moisés resume en los capítulos 20 y 21 de Deuteronomio tiene una aplicación muy práctica y muy actual.

La sociedad actual tiene problemas muy similares a los que Dios buscó solucionar en los israelitas si ellos se sometían a su ley judicial.

En nuestro país, ya sumergido en una campaña electoral, los candidatos todos deberían leer Deuteronomio y encontrarían los planes sociales y las leyes que deberían aplicar para enderezar nuestro país.

Moisés tratará asuntos que los hombres han buscado miles de veces solucionar con sus propios esfuerzos y sus propias ideas y no han podido.

-Necesitamos protegernos.

Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, si vieres caballos y carros, y un pueblo más grande que tú, no tengas temor de ellos, porque Jehová tu Dios está contigo, el cual te sacó de tierra de Egipto. Deuteronomio 20:1

 “Cuando salgas” indica que habrá tiempo de conflictos. Lo ideal es que no existan, pero vivimos en un mundo cargado de maldad, así que debemos estar preparados para protegernos y defendernos.

Y me vas a decir que Uruguay nunca podría entrar en una guerra, y digo que sí lo veo muy improbable, pero ¿qué me decís de los conflictos internos que matan a uruguayos todos los días?

Necesitamos saber que la maldad de muchos llevará a atacar a otros y necesitamos un sistema “efectivo” que nos proteja y nos defienda de esos malos.

Es responsabilidad del estado y de la sociedad entera el protegernos y defendernos.

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