Eligieron los recuerdos: cuando nos sentábamos a las ollas de carne. Ellos habían pasado muchísimo trabajo, muchos sacrificios… perdieron de vista la promesa de Dios y ni sabían cuál sería el próximo paso de Dios cuando ya se estaban quejando.
Pero cuando dejó de caer el maná, cuando aún no tenían su propio hogar, cuando no sabían qué pasaría ahora, luego de tanto aprendizaje en el desierto, por fin habían dejado de quejarse.
Lo común por 40 años desaparece, lo que los sustentó por 40 años, deja de estar… y llega el tiempo en donde la única opción vuelve a ser avanzar y trabajar por tu futuro.
Hay un tiempo en que tenemos que comenzar a crecer y madurar dejando atrás las dudas, las rendiciones. Es el tiempo en donde comienza la obediencia a ciegas.
Es tiempo en donde comienzan nuevas cosas y nuevos esfuerzos.
Como todas las cosas buenas de la vida, a nadie le gusta que se terminen, pero por primera vez, el pueblo estaba entendiendo que cualquier cosa que está en la voluntad de Dios, eso es lo mejor que nos puede suceder.
Hay momentos en la vida en que Dios no nos dará milagros, hay momentos en nuestra vida que Dios espera nuestro esfuerzo.
Si falta el milagro, es tiempo de esforzarse.
Es nuestro tiempo de esforzarnos.
Si es tiempo de esforzarnos, Dios nos dará la gracia y la fortaleza para lograrlo.
Esta predicación o mensaje trata sobre: Contancia, Esfuerzo, Israel, Josué, Maná, Milagros
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