Los que escuchan a Dios se transforman en valientes como Josué y Caleb y reciben su recompensa y salen del desierto porque el desierto no fue su destino sino parte de su camino.
En los tiempos de desiertos todos nos cansamos y debilitamos: “manos cansadas… rodillas endebles”, v.3
En los tiempos de desiertos todos nos llenamos de miedos: “los de corazón temeroso” v.4 NVI
Pero en los tiempos de desiertos tenemos que aprender a vivir con la fortaleza que Dios da. En los tiempos de desiertos tenemos que aprender a confiar en lo que Dios hará. En los tiempos de desiertos tenemos que aprender a escuchar y obedecer a Dios.
Escuchemos a Dios.
Esperemos en Dios.
Mantengamos latente nuestra fe.
Transformémonos en valientes.
Nuestro desierto va a florecer.
Dios nos dará la salida y por torpes que seamos, sabremos transitarla.
Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará. Isaías 35:8
A veces, el presente y el futuro que tenemos delante de nuestros ojos no es lindo ni de ver ni de esperar. Pero Dios es quien puede cambiar nuestra realidad y darnos una que sí nos llene de gozo al vivirla.
Que en medio de los desiertos que debemos transitar, Dios nos haga florecer a sus hijos y nunca nos falten sus bendiciones mientras esperamos su regreso.
Por eso, mientras esperan que Jesucristo vuelva, no les faltará ninguna bendición de Dios. 1 Corintios 1:7 TLA
Florecer como un desierto. Isaías 35:1-2
Esta predicación o mensaje trata sobre: Desierto, Esperanza, Fe, Florecer, Isaías, Tiempos difíciles, Volver a empezar
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