Separarnos de quién de quién de qué y para qué.

La vida nos da golpes muchas veces por vivir nuestras vidas rodeados de relaciones y ambientes equivocados, y para solucionarlo, muchas veces debemos preguntarnos… Separarnos, ¿de quién, de qué y para qué?

La Biblia nos enseña de principio a fin que fuimos un pueblo apartado por Dios para recibir misericordia y gracia en una manera especial.

Pero para mantenernos en el punto correcto para recibir lo que Dios promete darnos, es necesario muchas veces separarnos de las cosas, personas y situaciones que nos van a alejar de esa relación que Dios propuso entre nosotros.

El libre de Deuteronomio en forma especial, nos hacer ver en todos sus capítulos, la diferencia entre el bien y el mal, la bendición y la maldición, y de forma especial nos enseña como ser un pueblo apartado.

En pocas palabaras, Deuteronomio nos enseña a Separarnos, ¿de quién, de qué y para qué?

Un mensaje muy importante para cada cristiano que tiene la intención de mantenerse dentro de los rangos de la bendición, pero que día a día tiene que aprender y descubrir cuales son las cosas que lo alejan de ella.

Separarnos ¿de quién, de qué y para qué?

Separarnos ¿de quién, de qué y para qué?

Uno de esos mensajes que mucho nos cuesta aplicar en nuestras vidas.

Un mensaje que nos obliga a dejar las relaciones afectivas tóxicas que nos rodean, y de las cuales muchas veces no nos queremos separar; aún cuando sufrimos día a día la consecuencia de convivir con ellos y ser influenciados por sus hábitos y costumbres.

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Este mensaje lo puedes leer en nuestra sección de mensajes escritos, y puedes descargar un Power Point del mismo, bajo el título ¿Por qué una separación? ¿Separación de qué?

Mira también varios mensajes mas en nuestra página de mensajes cristianos.

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