Separarme para Dios significa sujetar mi corazón, mi mente, mi alma a Dios, significa sustituir mis ideas con la ideas de Dios, sustituir mis proyectos por los proyectos de Dios, sustituir mis sentimientos por los sentimientos de Dios.
Para separarme para Dios debo aprender sus estatutos y guardarlos todos los días de mi vida, no basta con saberlos, hay que cumplirlos, no basta ser bueno, hay que parecerlo, ni basta parecer bueno sino serlo.
Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, y los guardaré hasta el fin. Dame entendimiento y guardaré tu ley, y la cumpliré de todo corazón. Salmo 119:33-34
Nuestra separación del mundo comienza cuando comenzamos a ver todas las cosas como las mira Dios, este mundo está bajo sentencia de muerte, Dios ha decretado un juicio y le ha puesto fecha y hora a la ejecución de ese juicio.
¿Por qué entonces seguimos viviendo como si lo más importante fuera esta vida que tenemos ahora?
La situación del mundo es igual a la de un condenado a muerte, el condenado a muerte no tiene futuro más allá de las rejas de su cárcel y aún esa vida en rejas está limitada a la fecha de su ejecución.
El mundo no tiene más futuro que el juicio de Dios, pero los hijos de Dios, que vivimos para hacer su voluntad, tenemos un futuro ilimitado, un futuro eterno de gloria.
Cuando nacemos de nuevo, cuando vivimos separados para Dios, tenemos un nuevo origen y un nuevo destino: el cielo.
Cuando estamos separados para Dios, el mundo ve a Dios reflejado en nuestras vidas.
Así lumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Mateo 5:16
Apartados para Dios, significa que vivimos en el mundo como ciudadanos del cielo, mostrando el amor, el gozo, la paz, la justicia de Dios.
Y como ciudadanos del cielo, somos una luz en el mundo.
Esta predicación o mensaje trata sobre: Separado, Mundo, Cielo, Eternidad, Obediencia, Glorificar, Gálatas
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