Dios y los votos, promesas y juramentos.

Y no habla de edades la Biblia, está hablando de condiciones, en cuanto a las hijas, las solteras, las que están bajo tu cuidado en tu casa.

Así que, ni bien oigas el compromiso en el que se quiere meter tu hija, si sabes que no lo cumplirá, dile: “No, hija, eso no” y a quienes ella les hacía la promesa, diles: “No, ella no tiene mi autorización para eso y si me desobedece y aún así lo hace, yo no soy responsable de nada”.

Otro caso en el cual las promesas de las mujeres son responsabilidad compartida es en las promesas de las esposas.

Pero si fuere casada e hiciere votos, o pronunciare de sus labios cosa con que obligue su alma; si su marido lo oyere, y cuando lo oyere callare a ello, los votos de ella serán firmes, y la obligación con que ligó su alma, firme será. Pero si cuando su marido lo oyó, le vedó, entonces el voto que ella hizo, y lo que pronunció de sus labios con que ligó su alma, será nulo; y Jehová la perdonará. Números 30:6-8

Cuando una mujer es casada y su esposo la oye hacer promesas o dar su palabra de que hará tal o cual cosa, si su esposo no dice: “Mira que yo no me hago responsable de lo que ella dice”, su esposo es responsable de hacerle cumplir esa promesa.

Pongamos ejemplos:

Si una mujer promete hacer tal o cual actividad en la Iglesia y su esposo está oyendo lo que ella promete, el esposo debe enviarla ese día, a esa hora para que cumpla con la actividad o venir él en su lugar.

Si una mujer compra algo y su esposo es consciente de que lo comprará, si no le advierte al comerciante que ella no tiene cómo pagarlo, él será responsable de pagar todo lo que ella compre si ella no lo pagó.

Pero todo voto de viuda o repudiada, con que ligare su alma, será firme. Números 30:9

Una viuda, una divorciada, una madre soltera, una mujer que vive sola, es responsable de sus propios actos, de sus propias promesas, de sus propios compromisos. Nadie más que ella.

¿Nos queda claro cómo entiende la vida Dios?

¿Por qué Dios aclara todo esto?

Para que nos quede claro quiénes son responsables ante sus ojos.

Dios espera que cada uno de nosotros seamos responsables en cumplir nuestras promesas.

Si oís que en tu casa alguien promete algo que no podrá cumplir, sé prudente delante de los ojos de Dios, adviértele al otro que es imposible que le cumplan. Hazlo antes de que todos queden envueltos en los lazos de las promesas y termines siendo tú el responsable de pagar todos los platos rotos, y no me refiero con esto sólo a pagar con dinero, sino reputación, confianza…

Si no las oíste, si no te enteraste, padre, esposo, delante de los ojos de Dios no eres responsable, la responsabilidad es de tu hija, de tu esposa…

Dios  cumple sus promesas, Él es fiel, Él es confiable.

Nosotros somos sus representantes en la tierra. Debemos cumplir nuestras promesas. Debemos ser fieles, debemos ser confiables.

No cumplir con nuestras promesas, con lo que nos hemos comprometido es pecado. Todo el capítulo lo deja claro.

Si no encuentras que Dios cumpla promesas en tu vida, fíjate cuántas promesas tienes sin cumplir.

Esta predicación o mensaje trata sobre: Promesas, juramentos, votos, responsabilidades, padre, esposo, lengua, vida cristiana

– – – – – IMPORTANTE – – – – –

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