¿Los cristianos son homofóbicos?

Hoy en día los cristianos son uno de los grupos más acusados de homofobia…pero, ¿Los cristianos son homofóbicos realmente?

Ni Dios, ni la Biblia ni los cristianos somos homofóbicos ni discriminatorios con los homosexuales, lesbianas, trans o como se quieran llamar.

Homofobia es el temor a los homosexuales aunque en la actualidad a la palabra homofobia se le da el significado de odio a los homosexuales.

Ni Dios, ni la Biblia ni los cristianos, son homofóbicos. Ni Dios, ni la Biblia ni los cristianos les tememos a los homosexuales y ni Dios, ni la Biblia ni los cristianos tenemos una posición de odio hacia los homosexuales.

La idea de que sí somos homofóbicos la han diseminado los lobbies gays para evitar que se escuche lo que Dios dice en cuanto a ese estilo de vida de pecado.

Tampoco discriminamos en el sentido negativo que intentan darle a la palabra cuando se trata de homosexualidad para nuevamente evitar que se escuche nuestra voz condenando el pecado.

Ni Dios, ni la Biblia ni los cristianos quieren quitar a los homosexuales de sus trabajos ni impedirles que practiquen el arte, el deporte… del mismo modo que no se lo impedimos a ningún otro tipo de pecador.

Lo que sí hace Dios, la Biblia y los cristianos es juzgar lo que es aceptable y lo que no es aceptable dentro del código moral del cristianismo. 

Aunque existan muchas leyes que legalmente amparen la homosexualidad, no existe ley legal que pueda obligarme a aceptar como válida moralmente la homosexualidad y dentro de mi código moral tengo todo el derecho de calificar a la homosexualidad como un pecado, que es lo que Dios dice que es: pecado.

Y nadie que nos diga que llamar a la homosexualidad de pecado está mal, porque el mal es un valor moral y están juzgando desde su posición moral, puede negarnos el derecho de nosotros decir que la homosexualidad es un pecado porque esa definición coincide con nuestro valor moral.

Desde un punto de vista moral, nadie puede condenar ni a Dios, ni a la Biblia ni a los cristianos por llamar a la homosexualidad de pecado y tampoco tienen el derecho de ponernos calificativos negativos como homofóbicos o discriminatorios, nosotros nos estamos moviendo dentro de nuestro código moral, que ellos acepten como válido o no a nuestro código moral no les da ningún derecho sobre nuestro estilo de vida.

Desde un punto de vista legal, nadie puede negarnos que vivamos bajo el código moral que como cristianos hemos elegido ni impedirnos llamar a las cosas por el nombre que Dios le da: al pecado, pecado.


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